Totalmente volcado en Andalucía, ahí ha acudido el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo. "Es la primera etapa de un proceso electoral clave para nuestro partido". Para llegar a Moncloa y acabar con la actual política económica. "Es todavía mucho peor la reconstrucción institucional y la reconstrucción de la credibilidad de las instituciones del Estado", ha dicho el líder del PP. Con un Gobierno, además, insiste, dividido. "Lo que es noticia es que haya dos ministros de acuerdo en el Gobierno de España". Y sin necesitar, confía, a Vox, del que duda de su capacidad de gestión. El PP más que seguro de la victoria.

Pero más optimista incluso, el PSOE. Tanto Gobierno, con su vicepresidenta Nadia Calviño, que está "convencida de que los ciudadanos aprecian y reconocen el esfuerzo y el trabajo que hemos dedicado desde hace 4 años". Como partido. Destaca su vicesecretaria general, Adriana Lastra, el tono positivo de los socialistas, frente al negativo del PP, de votar a todo en contra. "Porque el Partido Popular siempre es el mismo. Pueden mudar la cara. Hoy pueden llevar barba y mañana no. Hoy puede hablar más rápido o más despacito. Puede ser más alto o más bajo, pero es el mismo Partido Popular de siempre". Y arrodillado, añade Lastra, ante la ultraderecha negacionista.

Vox, por su lado, en Motril, de jura de bandera, con su candidata, Macarena Olona: "Tenemos la oportunidad de introducir en Andalucía un cambio real". Ciudadanos sigue confiando en su gestión. "Ciudadanos es el único partido al que se vota para que haga políticas sociales con corazón y políticas económicas con cabeza", ha dicho su presidenta, Inés Arrimadas, que aspira también a mantenerse esta legislatura, con una primera propuesta. Una ley antifloreros, para evitar cargos que cobran sin trabajar, acompañados de una colección de asesores, como, dice, ha ocurrido en Castilla y León, con el PP acompañándose de Vox.