Llantos y ataques de ansiedad. Personas absortas con el espectáculo. Otras que corrían de un lado para otro. Abrazando a sus familiares. Gritando. Retransmitiendo en videollamada el mayor incendio desatado nunca en la ciudad de València. Los primeros instantes para todos aquellos vecinos que lograron escapar a tiempo de la inmensa pira originada en el piso 86 de una finca de Campanar estuvieron dominados por el pánico y la perplejidad. Los vecinos del barrio de Campanar se organizan por Whatsapp para llevar mantas, ropa de abrigo y agua a un local habilitado, situado al lado del edificio incendiado.