Javier Gómez Bermúdez, que hoy ejerce como abogado en el despacho Ramón y Cajal, es la cara más conocida de la justicia en relación con los atentados del 11M. Si bien la instrucción recayó sobre el magistrado Juan del Olmo, fue el presidente de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional el que presidió el juicio por la muerte de 192 ciudadanos en los trenes, que se celebró entre el 15 de febrero y el 2 de julio de 2007, en un pabellón de la madrileña Casa de Campo en el que se escucharon los testimonios de acusados, testigos, víctimas, policías, políticos e incluso miembros de ETA. Tres meses más tarde, se dictó sentencia.