Cuatro años de investigación han desembocado en la que, según la Policía, es una de sus intervenciones de mayor alcance contra la producción, tenencia y distribución de pornografía infantil. "La más grande que se ha hecho por distribución de este tipo de material, 121 detenidos, 500 teras ded material intervenido. Había abusos a niños de corta edad, incluso mucha violencia", explica David Reguero, subinspector de la Unidad Central de Ciberdelincuencia del Cuerpo Nacional de Policía. Las cifras lo dicen todo. En esos 500 teras caben 150.000 capítulos de cualquier serie de televisión al uso. En este caso, sexo y violencia con niños. Así de ingente es el material requisado a los 121 detenidos por toda España (tres de ellos mujeres), cazados en el intenso rastreo de los agentes por la red, en busca de este tipo de delincuentes. Todo empezó en el 19, pero la pandemia complicó la actuación policial al tiempo que multiplicó los objetivos. "Debido al aumento de este tipo de delito en el confinamieto el numero de investigados fue elevado", explica el subinspector Reguero. La policía cierra ahora balance de actuación. Revisa a fondo el material para detectar delitos añadidos, nuevas víctimas o conexiones que destapen una hipotética red de pederastas.