Frigiliana presume de conservación de su casco histórico, de la enorme cantidad de turistas que a diario se pierden por sus calles a la caza de la mejor fotografía posible. Pero no menos singular es el Ingenio de Nuestra Señora del Carmen, que alberga la última de las fábricas de miel de caña que quedan en toda Europa. Su apreciado aporte nutricional ha cautivado a quienes están al frente de algunos de los más refinados fogones de la Costa del Sol y ahora, con la globalización, este manjar se exporta a países como Israel o Polonia.

El director de esta fábrica de miel de caña, Francisco López, reconoce que por ahora sólo viajan hasta territorio hebreo de una a tres toneladas al año, que no dejan de representar mucho más del 1% de la producción total. «Pero sí que tenemos cada vez más pedidos por email, a pesar de que no hemos traducido aún a ningún idioma nuestra página web. Con los traductores que hay en internet nos hacen los pedidos y atendemos a agentes comerciales de otros países europeos, como son Francia, Alemania o Inglaterra», argumenta.

Nuevas etiquetas en hebreo

Para lo que sí se ha transformado esta fábrica, de forma obligatoria y ante este nuevo marco internacional, es para poder etiquetar de forma alternativa sus variados envases. La miel de caña de Frigiliana ya ofrece la alternativa de ser envasada con los textos explicativos en uno de los dos idiomas oficiales de Israel: el hebreo. López señala que la empresa que se encarga de distribuir el producto en el país remitió el modelo deseado, en el que se «especifica que se trata de un alimento de gran aporte nutricional», y que en la parte posterior sí se mantiene el lugar de origen, de forma que en Jerusalén se puede localizar el manjar elaborado originariamente en Frigiliana.

El director nos invita a consultar la página web de su empresa, De la Torre SA (mieldelatorre.com), en la que figuran más de una treintena de recetas para tomar la miel de caña de otras tantas maneras. Figuran desde los platos con origen morisco basados en la carne, por ejemplo el cordero con miel, a las combinaciones con pescado o variedades hortofrutícolas, como las berenjenas con miel o el bacalao y la rosada en distintas variantes.

No faltan tampoco los postres, en su extensa gama legada de los tiempos de la dominación árabe en esta parte de Andalucía, según indica el propio López. Con miel de caña se preparan arropías, batatas, turrón, leche asada, tortas y bollos o bizcochos. «El patrimonio gastronómico heredado por nuestros antepasados es muy extenso y se encuentra repetidamente con la miel de caña como materia prima».

De la Torre SA, empresa familiar que incluye entre sus integrantes al actual alcalde de la capital malagueña, Francisco de la Torre, además de mantener viva la histórica miel de caña que se elaboraba en esta parte de Andalucía, también se encarga de rememorar los orígenes árabes de la base que permite su elaboración. En una de las diferentes modalidades de envasado hasta se puede leer que, en el siglo V antes de J.C., el rey persa Darío fue el encargado de «introducir la caña de azúcar», tras descubrir «una miel sin abejas», durante una expedición en el Valle del Indo.