El crisol con tres formas de entender la religión, bajo los prismas cristiano, musulmán y judío, en un mismo pueblo y durante cuatro intensas jornadas. Unas 30.000 personas de cerca de 30 nacionalidades distintas se han dado cita desde el pasado jueves en uno de los municipios más pintorescos de la provincia con motivo de la celebración de la séptima edición del Festival Frigiliana 3 Culturas.

Más abierto que nunca a las áreas del casco histórico que escapan muchas veces a los circuitos turísticos, como es el caso del Barribarto, este evento se ha consolidado ya como el festival veraniego más importante de la comarca de la Axarquía, debido a que se ha transformado en un lugar de encuentro para más de media Andalucía.

Lo apuntaba ayer mismo el alcalde, Javier López, en compañía de la concejala María José Caravaca: «Quien viene una vez repite y cada año tenemos que acondicionar más y más zonas de aparcamiento porque la demanda es cada vez mayor». En una temporada caracterizada por los recortes, que también ha afectado a este gran ciclo cultural y social, no es fácil encontrar este tipo de balances. Luis González nació en Rute, pero acumula ya un lustro de estancia en Torrox Costa. «No me pierdo ni una edición. Hay otros pueblos que intentan imitar en la Axarquía lo que hace Frigiliana, pero como aquí, no funciona en ningún sitio».

Otra residente anglosajón, Anthony de Mello, sostiene que empezó a programar sus vacaciones en Nerja en función de este acontecimiento festivo hace ahora cuatro veranos. «Me encanta lo que se vive en Frigiliana. Recorro entera la ruta de la tapa, para llevarme la camiseta de recuerdo, y no se me escapa ni un concierto», indicaba en presencia de sus dos hijos.

Miguel Ángel Martín, como edil de Cultura, subraya que con un presupuesto que es el inferior de las siete ediciones «es imposible poder dar más». Explica que con «imaginación» se ha logrado no reducir en cuanto a calidad y que parte del éxito de este ciclo de actividades es que se orientan a todos los públicos.

Abanico de actividades

Aunque puedan solaparse en el tiempo, para dar cabida a un mayor número de alternativas, grandes y pequeños han podido disfrutar de talleres de artesanía, conferencias o proyecciones cinematográficas, al tiempo que pasean por las calles, de puesto en puesto -hasta enumerarse más de 150-, en un mercado medieval que en pocos lugares de España queda tan perfectamente mimetizado con la arquitectura árabe que con tanto mimo se preserva en el municipio.

Frigiliana puede presumir de haber avanzado mucho, en cuanto a la difusión de este festival tan cosmopolita, desde que lo pusiera en marcha allá por el año 2006. Pero lo último que se plantea es la «autocomplaciencia», la premisa de pensar que todo está ya hecho, «cuando todo está aún por hacer de un año a otro», agrega a este periódico el regidor local.

La organización del mismo recuerda que se han suscrito acuerdos con el Patronato de Turismo de la Costa del Sol o la Consejería de Turismo para divulgar con nuevas herramientas para móviles de última generación los encantos de la localidad. E incluso se trabaja codo con codo con Nerja, debido a que en las ferias turísticas internacionales ambos municipios son un mismo destino. Dos lugares, pero con tres culturas.