Los alumnos de segundo de Primaria del colegio José Luis Villar Palasí de Vélez Málaga, más conocido como Zona Norte, fueron ayer a clase a pesar de que sus padres amenazaron con no llevarlos en protesta por la actitud de uno de ellos contra el profesorado del centro. Así, un grupo de progenitores anunció que los lunes no iban a llevarlos al centro, pero tras una reunión con representantes de la Delegación de Educación depusieron su actitud.

Todo empezó ante las protestas que en un principio realizaba el padre de una niña matriculada en dicho colegio sobre la simbología y actividades de índole religioso, que hizo que se suspendieran la representaciones de los belenes vivientes o el certamen de tronillos de años anteriores. Los padres denunciaron que esta actitud se ha ido acrecentando con el tiempo hasta llegar a cuestiones «completamente absurdas como, por ejemplo, que le informen sobre una reunión de la clase a través de un SMS», señalaba el portavoz del grupo, Carlos Castro.

«Hay que decir que era una constante presión al profesorado por cualquier tema, lo que llegaba incluso a impedir el normal desarrollo de las clases», señalaba Castro. El viernes de la semana pasada tuvo lugar una reunión del Ampa con el inspector de Educación y dos representantes de la Delegación «y vimos que nos iban a apoyar. Por eso, como acto de buena fe, hemos decidido que los niños vengan a clase».

Educación ha informado al centro de que las reclamaciones del progenitor implicado en el conflicto se remitan directamente por escrito a la Delegación Provincial de Educación y que sea el inspector responsable del área «el que se encargue de responderle, por lo que hemos visto que van a tomar cartas en el asunto».

«Gracias a la protesta, que de hecho empezamos el lunes de la semana pasada, vimos que hubo una reacción. Incluso nos han apoyado de otros colegios, y la verdad es que queríamos que nos hicieran caso desde la Delegación, lo que finalmente parece que hemos conseguido», dijo Castro.

Según apuntan los padres, las protestas se iniciaron ya desde que la hija del implicado se matriculó en el primer curso de Infantil, e incluso ha habido profesores que se han tenido que dar de baja. «Es una constante situación de acoso de este señor ante la labor que se hacía desde el colegio», criticaba Castro.

La dirección del colegio también denunció esta situación, resaltando que los profesores habían venido sufriendo desde hace cuatro años continuas críticas por el desarrollo de su labor profesional y que, en todo momento, han dialogado con el padre de la alumna implicada para tratar de solventar los distintos problemas que denunciaba.