Los empresarios con concesiones públicas en la playa de Ferrara expresaron ayer su sorpresa al certificar que Costas finalizaba los trabajos de regeneración de esta parte del litoral de Torrox sólo una semana después de ponerlos en marcha. «Esto ha sido un parcheo de tantos que llevamos acumulados ante la falta de estabilización de la playa. Pero parece que los recortes este año han sido más importantes. Sólo nos queda rezar», manifestaba el portavoz local, David Villena.

La decepción es generalizada. Apenas unos días después de que la propia Demarcación de Costas anunciase la inminente instalación de un primer espigón en esta playa axárquica, «quienes llevamos décadas trabajando en los chiringuitos del municipio, vamos a tener que rezar lo que sepamos».

Así lo argumentaba el propio Villena: «Ni tenemos fe en que se termine pronto con el problema de forma definitiva, ni estamos seguros de que antes del verano no vaya a venir un leve temporal y retire lo poco que este año se ha aportado. Por no hablar de lo que se está viviendo en la playa de El Peñoncillo, cerca de la margen izquierda de la desembocadura del río Torrox; en esa zona, conocida como Cuartos Catalanes, también hace falta una urgente intervención para que los chiringuitos más próximos puedan tener un verano medianamente tranquilo».

Los concesionarios de explotaciones de playas en Torrox confían en que Ángel González, el jefe de la Demarcación, «tome buena nota de la verdadera situación de este municipio».