­Un portavoz de la familia de Mónica Sofía Mendes, la menor desaparecida el pasado miércoles en el barrio veleño de La Villa, situado en pleno casco histórico de la capital de la Axarquía, confirmó esta pasada madrugada que la Guardia Civil había localizado a la adolescente y detenido a dos hombres de origen rumano que desde un principio figuraban como "principales sospechosos ante la posibilidad que hubiese sido retenida contra su voluntad".

Los progenitores agradecieron públicamente su colaboración a las miles de personas que por las redes sociales divulgaron la desaparición desde la madrugada de este viernes. Además, la propia familia ha indicado que la menor está bien, "aunque está siendo explorada en un centro hospitalario para comprobar en qué estado se encuentra".

La joven ha regresado a su domicilio en la madrugada de este sábado, según han confirmado a Europa Press fuentes de la familia.

La madre de la menor, Silvia Mendes, ha explicado que la joven ha vuelto a su domicilio acompañada por su pareja, un joven mayor de edad con el que, según ha indicado, se había marchado a Algeciras (Cádiz), donde han permanecido alojados en casa de un amigo.

Mendes ha relatado que, al parecer, el joven vio la foto de la chica que se ha difundido a través de los medios de comunicación y las redes sociales a raíz de la denuncia interpuesta por los padres por la desaparición, "se asustó" y decidió regresar con ella a Vélez-Málaga.

Según ha señalado, la chica se encuentra "bien", aunque aún no ha contado nada sobre los motivos que la llevaron a marcharse de su casa. En cualquier caso, la madre ha subrayado que la familia "está muy contenta" de que Mónica haya aparecido sana y salva.

Investigación

Los familiares de la joven, de padres portugueses, se dirigieron a las dependencias policiales de Vélez Málaga poco después de la medianoche del miércoles. Allí denunciaron la hipótesis del rapto desde un primer momento. De hecho, facilitaron una perfecta descripción de un amigo de su hija, vecino en el mismo entorno del barrio veleño de La Villa y diez años mayor que ella, como el presunto autor del rapto.

Los allegados de la joven indicaron ayer viernes a este periódico que la policía debería analizar «los movimientos» de él, «que es de origen rumano» y «siempre se mostraba muy autoritario al salir con ella». Al parecer, incluso era usual que se «tomara la libertad de cogerle el móvil o, como hizo hace dos semanas, y se lo destrozara contra el suelo».

De ahí partía otra línea en la investigación de este caso, debido a que la madre, Silvia Mendes, logró el miércoles por la noche intercambiar varios mensajes por Whatsapp. «Desde el móvil de él mi hija decía que estaba de vacaciones. Pero creemos que era él quien escribía, haciéndose pasar por ella. Como ella lleva semanas sin teléfono, nos tememos lo peor y que él se pasara por ella para no dar ninguna pista», señala la progenitora.

En el domicilio familiar, donde hasta ahora el matrimonio convivía con otros cuatro hijos, además de la propia Mónica Sofía, ayer no dejaron de sucederse las llamadas. «Hemos recibido indicaciones de que los han visto en Algeciras, en una gasolinera, en el asiento de atrás de un coche conducido por otro chico. También nos han dicho que estaba por Rincón de la Victoria. Pero la policía nos ha dicho que no hay aún ninguna pista válida, que sigamos esperando».

Descripción física de Mónica

Tanto la Policía Nacional como la Guardia Civil facilitaron datos de la desaparecida, el hecho de que es de pelo moreno, vestía el miércoles pantalones vaqueros cortos o que también llevaba una camiseta de tirantes azul claro. «Me he pasado todo el día pendiente de internet para divulgar su fotografía», remarcaba uno de los familiares.

«Dudamos de que se haya ido por propia voluntad. Durante los días anteriores la habíamos visto muy pálida, con muy pocas ganas de comer. Ojalá que esté bien», explicaba la madre, Silvia Mendes, al rememorar las últimas horas que pasó con su hija. «Nos cuesta creer que se haya podido ir por voluntad propia», matizó.

Respecto al vecino que habría podido permanecer con Mónica estos días, los allegados inciden en que se había mostrado especialmente «autoritario con la joven». Y expresaron ayer: «Quién sabe si no la han chantajeado con algo o directamente la han amenazado. Es muy joven y no es normal todo esto. Ellos salían como amigos y más de una vez ella había decidido no volver a quedar, algo que a él le sentaba muy mal y generaba unas reacciones que no eran normales», agregaba una vecina. Y al mismo tiempo matizaba que varios agentes de la Policía Nacional han intentado sin éxito estos días obtener testimonios directos de los familiares de él: «Ni siquiera les abren la puerta».

A sus 23 años, Laura, una de las dos hermanas mayores de Mónica, se unía ayer al dolor de toda la familia e incidía en «el llamamiento a la colaboración de la ciudadanía».