­Los ayuntamientos de la provincia, capeado el peor trago de la reciente crisis económica, no están para permitirse el lujo de perder de un día para otro a miles de habitantes. Allí donde más residentes de origen foráneo residen en términos porcentuales, en localidades situadas en el extremo más oriental de la provincia, como Nerja, Torrox, Cómpeta o Frigiliana, se teme por una revisión de los padrones municipales que el próximo 31 de marzo podría dejar fuera de los listados oficiales a unos 5.000 ciudadanos.

El Consistorio nerjeño fue en los últimos días de este pasado 2015 el primero en activar la voz de alerta. Pero justo después se han sucedido las reacciones en localidades situadas en su entorno y que muestran su misma preocupación por una circunstancia que viene derivada del actual marco normativo dentro de la Unión Europea. Nerja ha puesto en marcha una campaña que explícitamente apunta a que 1.600 personas podrían quedar fuera de su padrón si no acuden al Ayuntamiento a renovar su condición de residentes. Dicha renovación se debe efectuar cada dos años y el plazo para revisar cada padrón expirará en tres meses.

La perla turística de la Axarquía incluso teme así volver a estar situada por debajo de 20.000 habitantes, lo que incluso repercutiría en la reducción del número de concejales del pleno -además de la pérdida de ayudas supramunicipales muy significativas-. El concejal de Atención Ciudadana, José María Rivas (PSOE), incide en que se van a poner en marcha iniciativas específicas para evitar la marcha de habitantes a otras localidades. «Creo que en los cuatro últimos años, con el anterior gobierno, no se ha prestado una atención adecuada a nuestros residentes. Es algo que ya comentamos públicamente antes de las elecciones».

En Torrox es llamativo también que el padrón municipal haya visto en tres años cómo el número de residentes no nacidos en España se ve reducido en 1.000 personas. En la actualidad está en 7.115, lo que representa un 39,1% de los 18.186 habitantes que posee. El alcalde, Óscar Medina (PP), tampoco oculta su malestar respecto al anterior gobierno torroxeño: «La herencia del Partido Socialista nos vuelve a mostrar un pésimo dato y es por este motivo por el que vamos a diseñar una batería de medidas para combatir la ida de residentes. Es uno de los tantos asuntos mal gestionados hasta ahora».

Para Medina, lo inmediato no es sólo mantener a los residentes que ya viven en el municipio del «Mejor Clima de Europa». Aspira a recuperar a algunos de los que se fueron en estos tres años, «mediante incentivos y un aumento general de la calidad de vida en Torrox». Así, confía en rescatar las cifras oficiales de finales de 2012: 19.100 habitantes con una cuota de residentes foráneos que llegó a rozar el 45%, con hasta 84 nacionalidades diferentes.

En Cómpeta, que ha presumido durante la última década de albergar casi el mismo número de nativos que de personas residentes de origen foráneo, también indica en su web municipal que unas 700 personas deben personarse en el Consistorio «para comprobar que todo está correcto». Se refiere a personas «pertenecientes a la Unión Europea» y que el Instituto Nacional de Estadística facilita para saber si todavía residen en el municipio.

La edil de Atención al Extranjero de Frigiliana, María José Caravaca (PA), reconoce que su localidad es otra de las afectadas. Expresa que un tercio de su población, alrededor de 1.300 personas, conforman esa «cuota muy significativa» del padrón: casi un tercio del total. Gregorio Campos, presidente de la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol-Axarquía, agrega que es comprensible la preocupación de pueblos con tan importante cupo de residentes, por lo que puede acarrear en un futuro.