El portavoz del PSOE en el Ayuntamiento fuengiroleño, Javier García León, acusó ayer al concejal de Personal, José Ramón Arriarán, de insultarlo durante una de sus intervenciones en el pleno, relativas a las políticas de recortes aplicadas por Mariano Rajoy, en los siguientes términos: «Cállate de una puta vez, hijo de puta».

Además, a la conclusión del debate que se centró en el plan municipal de pagos a los proveedores, el propio edil socialista manifestó que a la salida fue increpado de nuevo por el concejal de Seguridad Ciudadana, Rodrigo Romero, quien le habría dicho: «Esto no va a quedar así». Para García León la «verdadera culpable» de lo ocurrido es la alcaldesa de Fuengirola, Esperanza Oña, «porque debería haberles llamado al orden, pero ha sido al contrario, me ha hecho a mí culpable, diciendo que soy yo el que les ha provocado».

El edil socialista apuntó que la función de la regidora debería ser la de «garantizar el desarrollo normal de los plenos; en vez de respaldar unas conductas que parten de una alcaldesa que está envenenada desde que Javier Arenas la ha matado políticamente».

García León, que agradeció a sus compañeros de grupo las muestras de apoyo, agregó que todo responde a una forma de «exteriorizar» los resultados de los pasados comicios autonómicos: « Ella lo hace a través de sus sicarios políticos. Pero si hubiese ocurrido lo mismo con un edil socialista, hubiese ordenado la expulsión. Es sectarismo».

Respuesta del gobierno del PP. En un comunicado remitido a este periódico, el equipo de gobierno fuengiroleño negó las acusaciones contra Arriarán y contra Romero. «Es totalmente falso que en la sesión plenaria se haya insultado al portavoz socialista ni a ningún otro concejal por parte del equipo de gobierno».

Y añaden: «La única persona que ha dado muestras de su falta de civismo y desprecio por la máxima autoridad ha sido el señor García León. Ante la invitación de la alcaldesa para que entrara en su despacho a buscar las supuestas facturas escondidas en los cajones ha contestado: váyase usted a la mierda».