­­­Ayer se celebró el pleno extraordinario que sirvió para proclamar a Diego Urieta (IU) como nuevo alcalde de Manilva. Atrás queda un periodo marcado por los reiterados escándalos, personalizados en su antecesora en el cargo, Antonia Muñoz. El nuevo munícipe, que fue protagonista junto al nuevo edil manilveño, Manuel Chaves -éste tomó el acta de concejal que abandonó recientemente la propia Muñoz-, remarcó la potencialidad de su localidad, pero también quiso subrayar la contribución al Ayuntamiento desarrollada durante años por su antecesora en el principal sillón plenario.

Su primer discurso como regidor ha estado marcado por la ilusión y una mano tendida hacia el resto de fuerzas políticas.

Las sensaciones son en este momento muy positivas. Cuando uno afronta una nueva etapa en su vida en general, o en la vida política en particular, como ocurre en esta ocasión, no cabe otra consideración: llego con mucha ilusión. No se trataba de una toma de posesión al inicio de un mandato, ha sido a raíz de unas circunstancias muy especiales, pero tengo ánimos y fuerza para iniciar este reto con la esperanza de conseguir que Manilva siga mejorando.

No cabe duda de que se acaba de atravesar un periodo complejo, con muchas miradas puestas en el municipio.

Insisto en que es un municipio lleno de posibilidades, de que todos tenemos que arrimar ahora el hombro a partir de ahora. Es lo que quiero transmitir en este momento, que todos con independencia de cuestiones partidistas, tenemos que unir nuestras fuerzas para poder mejorar la imagen de Manilva y aprovechar el enorme potencial que tenemos. Todo el que anteponga el interés general tendrá cabida en el gobierno. De hecho, voy a tender las manos a sindicatos, partidos políticos, colectivos sociales y empresarios. Soy un demócrata convencido.

¿Cuál es su análisis sin rodeos sobre el periodo que ha tenido a Antonia Muñoz como regidora?

Probablemente no se han hechas las cosas todo lo correcto que se debiera. Pero la información en estos últimos años ha sido bastante sesgada y no se ajusta a la realidad de Manilva. Hoy por hoy es un municipio muy solvente en el aspecto económico. Y un municipio creíble desde el punto de vista de las inversiones, también. Tenemos aprobada adaptación del PGOU, por ejemplo, y somos un referente en apuesta por infraestructuras y en dotación de proyectos en materia de asuntos sociales, deporte o en cuanto a la cultura. Vamos a seguir potenciando todo esto. Y se va a tener tolerancia cero con lo que hasta ahora se ha hecho mal.

¿Qué le dice a su antecesora?

Le he agradecido públicamente a Antonia Muñoz su labor como alcaldesa. Especialmente por la generosidad que ha demostrado. Ha antepuesto los intereses generales del municipio a los suyos. Ella ha asumido que su momento político ha terminado ahora y ha dado paso a gente joven con muchas ganas de hacer cosas. Lo que no es menos cierto es que a ella se la ha prejuzgado y eso ha dañado nuestra imagen. La presunción de inocencia se ha cambiado aquí por la de culpabilidad. Está imputada, pero aún no está juzgada.

El PSOE ha votado en contra de su nombramiento. ¿Está sorprendido con esta postura?

Ellos me conocen como concejal de Urbanismo. Saben cómo actúo. Mi discurso no es un brindis al sol. Pero confío en que la falta de confianza que el PSOE ha demostrado con su voto en contra se vaya transformando con el paso del tiempo. Eso sí, quiero agradecer el apoyo a mis compañeros de gobierno e incluso al PP, por su voto de confianza representado por su abstención.