La Costa del Sol, con sus márgenes en cuanto a estabilidad política o seguridad ciudadana, no compite en la actualidad con otros destinos del Mediterráneo en cuanto a la difusión del turismo residencial. Sus verdaderos competidores son hoy por hoy enclaves estadounidenses como California o Florida, así como la Costa Azul gala.

«Para un determinado modelo de inversor tenemos que seguir reforzando nuestra promoción. Quizás no somos conscientes de que tenemos muchas familias de origen catarí, de Emiratos Árabes, Dubai o Arabia Saudí, incluidos sus monarcas, y que no estamos poniendo en valor lo suficiente todo este patrimonio humano. Porque no desarrollamos la suficiente difusión de nuestros destinos en sus lugares de origen. Pero además hay que incidir en los potenciales mercados emisores, con la libra muy fuerte, igual que el dólar, para reforzar nuestra competitividad», explicó ayer Ricardo Arranz, presidente de la Federación Andaluza de Urbanizadores y Turismo Residencial y presidente de Villa Padierna Hotels and Resorts.