No sabe o no puede estarse quieto. Por eso es de los músicos más prolíficos de Málaga. Javier Ojeda posee una especie de nervio interno que no le permite relajarse un segundo. Los que lo conocen aseguran que siempre ha sido así. No han pasado nueve meses del lanzamiento de Tía Lucía, el más reciente disco de Danza Invisible, cuando el cantante ya ha estructurado lo que será su segundo álbum en solitario, Re-versos, trabajo que comenzará a grabar en directo esta noche en el Teatro Echegaray (21.00 horas), donde también actuará mañana para completar la sesión.

En Re-versos, Ojeda desenfunda antiguas ideas –canciones propias y ajenas– que por una u otra razón se quedaron en un cajón, a la vez que modifica el ritmo y sentido de otros temas para llevarlos a un terreno sonoro inédito. «Son canciones a las que se les da una segunda vida», señala.

«Hay temas del espectáculo Memento, que realice junto a Javier Colis. Otras composiciones de Polo Sur que eran demasiado alegres; versiones que nunca terminaron de cuajar y temas de Danza Invisible a los que le ha dado la vuelta», confiesa. Canciones como Sin aliento, Las reglas del juego y El ángel caído sonarán junto a Everything is broken, de Bob Dylan, y De qué tamaño, de Hector Lavoe, entre otras muchas.

El vocalista de Second, José Ángel Frutos, será uno de los artistas invitados al escenario, aunque Ojeda adelanta que mañana celebrará el Día de los Inocentes con una «traca final» con la que cerrará las dos jornadas de grabación. Lo que suene en el Echegaray formará buena parte de Re-versos, que se completará con otras grabaciones de estudio. «En mi cabeza entra más que las canciones de Danza y las nuevas mías sean las que se graben en directo. Pero también quiero dejar otras un poco más de tiempo para completarlas con más instrumentos o con la colaboración de un artista invitado. Será un disco bastante largo», asegura.

Javier Ojeda plantea su futuro trabajo como un «rarities» de cualquier artista, en el que se «junten las colaboraciones en discos de otros con piezas en directo, o algo así». Lo que tiene claro es que, pese a que pueda ser extenso, no resultará pesado, ya que la «heterogeneidad es su hilo conductor», matiza.