­­El cineasta malagueño Chiqui Carabante presentó ayer en Zonazine su última creación, 12+1: una comedia metafísica, donde recrea un viaje de Jesucristo y los apóstoles a lo largo del desierto.

La pregunta que se viene a la cabeza después de ver el tráiler es... ¿pero de qué va esto?

Es una locura, una película diferente, pero sobre todo muy divertida. No se ha hecho con ganas de hacer daño a nadie y creo que trata el tema de Jesucristo desde una perspectiva muy inofensiva. Los doce apóstoles caminan con Jesucristo por el desierto y empiezan a plantearse cuestiones tan habituales como las que se plantea el hombre de hoy en día.

Tengo entendido que ya han tenido un encontronazo con una asociación religiosa.

Uno no, dos, pero no hemos contestado. Ya lo dije en otra ocasión, nadie tiene el monopolio sobre Jesucristo y vuelvo a repetir, está hecha sin ofender a nadie. El cine es libre.

¿En qué ha perdido la fe?

Bueno, yo la fe la pierdo cincuenta veces al día y la recupero otras cincuenta. Si no sería imposible seguir en este negocio y seguir en la vida. Lo importante es que hemos hecho esta película, ¿no?. Habrá unas 450 personas en la sala y tiene un hueco en el Festival de Málaga, luego hay que tener fe porque la fe es esperanza.

Esta película entra a concurso dentro de la sección ZonaZine, ¿qué expectativas tienen?

Nuestras expectativas ya están cubiertas simplemente estando en este festival, algo que ya es increíble. Este año hay un nivel altísimo y eso no nos afecta, al contrario, nos alegra de que haya cada vez mejor cine, sobre todo andaluz. Ahí está Paco León por ejemplo, con una película andaluza por los cuatro costados.

¿Por fin se le da una oportunidad al cine andaluz?

No, por fin los andaluces nos damos la oportunidad a nosotros mismos de hacer cine. Nos faltaba creer un poquito más en nuestro trabajo y sacar más cosas.

El rodaje de esta película no tuvo que ser algo sencillo...

Qué va, pero sí fue estupendo. Fuera de bromas, se nos hizo algo duro en ocasiones, está rodado en mitad del desierto blanco de Fuerteventura, con temperaturas extremas y a veces nos pasaba lo mismo que a los apóstoles: empezábamos a delirar. Fue divertido. Creo que hemos hecho la película definitiva, es una cosa dentro de otra. Hemos marcado un antes y un después: con 12+1 se acabó el cine [Risas].

¿Y con Rajoy también se termina el cine?

Ni mucho menos, todo lo contrario. Es en épocas de crisis cuando surgen las mejores ideas. A más cabreo, más creatividad.