El Centro de Arte Contemporáneo (CAC) de Málaga conmemora sus diez años de apertura, desde su inauguración en febrero de 2003, con una exposición colectiva, 'Las huellas del camino', de casi setenta obras de 39 artistas que han estado en sus salas, como los hermanos Chapman, Julian Opie, Anish Kapoor, Lawrence Weiner o Liam Gillick.

La muestra, que se inaugura hoy, hace un recorrido por los principales nombres que han expuesto en este espacio, el cual ha recibido más de tres millones de visitas en este periodo, y también están Gavin Turk, Paul McCarthy, Tracy Emin, Neo Rauch, Rinus Van de Velde, Gilbert & George, Yoshitomo Nara, Vik Muniz, William Kentridge, Raymond Pettibon, Louise Bourgeois o Gerhard Richter.

El director del CAC Málaga, Fernando Francés, ha recordado en rueda de prensa cómo el centro nació en 2003 "con la vocación de prestar atención a los artistas de forma individual que no existía en España" y para "ocupar un nicho que estaba por cubrir".

En aquellos momentos, "se unían los centros de arte para organizar exposiciones de tesis colectivas, en coproducción, y que se hacían girar", pero el CAC Málaga apostó "por exposiciones individuales con grandes artistas internacionales que tenían influencia en el mundo del arte".

También se centró en "espacios no cubiertos", como los artistas europeos y norteamericanos, y "con la vocación de no cerrarse a ninguna tendencia", en unos años en los que "la pintura estaba terriblemente abandonada, pese a su momento de esplendor".

Al mismo tiempo, el CAC Málaga ha prestado atención a los "artistas de proximidad", malagueños o andaluces, "una atención que no se da ni siquiera en centros con vocación nacionalista, como el Centro Galego de Arte Contemporánea o el Macba de Barcelona", según Francés.

Ha resaltado, asimismo, el hecho de que este espacio sea dependiente sólo de un ayuntamiento, "una rareza hasta la apertura del Matadero Madrid".

Para el director, el CAC Málaga ha trabajado "no pensando en los colegas del arte, ni sólo para vanagloria del sector", sino "con la vocación de trabajar por la comunidad", mientras que "otros muchos centros de arte contemporáneo viven de espaldas a su ciudad".

Esta trayectoria ha situado a este centro "en el 'ránking' de los museos internacionales más influyentes" y tiene fechas clave como el momento en el que Tony Cragg aceptó exponer en sus salas, "cuando el CAC Málaga llevaba sólo dos meses abierto", lo que supuso "el primer pulmón de oxígeno".