Malas noticias para el flamenco malagueño. Uno de los más grandes bailaores de nuestra ciudad, Pepito Vargas, falleció ayer a los 76 años. Adiós al hombre que bailó para Pablo Picasso, que colaboró con Pastora Imperio, Camaón de la Isla y Miguel de los Reyes, uno de los grandes exponentes del arte jondo surgido en El Perchel. Se retiró en 2009 aunque siguió impartiendo su magisterio en las aulas flamencas de la Escuela Municipal de Folclore del Ayuntamiento de Málaga.

Los expertos siempre han reconocido la valía de este hombre afable, exigente con su arte, destacando "la autoridad de sus pies, la maestría de sus manos y la falicidad con la que llega al público". Y es que José Lavat Campos (nombre auténtico del bailaor) llevaba danzando por la voluntad desde los siete años, pero fue en "El Pimpi" cuando, contando sólo 11 años, sorprendió a aficionados y profesionales. Desde allí, a los tablaos de Madrid y a los teatros de Nueva York, Canadá, Francia, Suecia, Japón, donde el aplauso siempre fue unánime. Que valgan estas palabras de Antonio El Bailarín, uno de los grandes, quien tras terminar el espectáculo del malagueño, saltó de su silla y exclamó: «Quien tuviera tus pies para bailar flamenco».