­Hace poco que habéis empezado la gira de vuestro último trabajo, ¿qué tal ha arrancado?

La verdad es que en Estados Unidos fue mejor de lo que pensábamos. Siempre en los inicios de los tours hay nervios porque todo es nuevo pero, por lo que estuvimos hablando, es el mejor inicio de gira que hemos tenido y estamos muy contentos con la respuesta de la gente. Es muy complicado hacer algo nuevo y mejorar, pero esa es nuestra filosofía de banda.

Málaga se ha convertido en una parada obligatoria en vuestras giras, incluso grabasteis un especial para MTV sobre la ciudad, ¿Cuál es vuestra relación con Málaga?

Para nosotros volver a España es muy importante, es uno de los lugares que más nos gusta para hacer la gira. La gente es muy entregada, muy efusiva e incluso afinada para cantar. En Málaga ni se diga, es una ciudad que nos encanta y tenemos muy bonitos recuerdos de todos los conciertos... Y de las noches de copas, reventón y fiesta. Es muy típico de España, la gente es muy alegre aunque tengan problemas.

Suelen tardar varios años en lanzar un nuevo trabajo, ¿qué buscaban con este nuevo disco?

Cuando empezamos a hablar de un nuevo proyecto, la banda sentía la necesidad de experimentar y hacer otras cosas, pero sin perder nuestro sonido y sin dejar de ser Maná. Hablamos con George Noriega para que trabajara con nosotros, es la primera vez que lo hacemos con un productor de fuera, pero queríamos ver qué otras cosas nos podía sacar de esta caja de sonido e ideas que es Maná. La fuente musical que quedó fue muy padre porque experimentamos algo nuevo y siempre estamos en la búsqueda de cosas diferentes. Finalmente vimos que quedó muy bien el disco, uno siempre tiene que renovarse sin perder su esencia.

Se habla mucho de la gran musicalización de este proyecto, ¿cuál es la diferencia con respecto a vuestros trabajos anteriores?

Este disco es más bailable, más cachondo. Es un disco en el que hemos incorporado más ritmos latinos y también toques de música electrónica. Maná aunque sea rock-pop siempre ha fusionado mucho, queremos meter ritmos diferentes y estilos de música que nos gustan. Con la ayuda del nuevo productor buscamos otras fusiones y cosas que igual nosotros solos no nos habríamos animado a hacer. "Drama y luz" es más oscuro, porque para nosotros cada disco es como una banda sonora del momento que está viviendo el grupo. También creemos que nunca es bueno autorepetirse, aunque uno tenga un sonido y una característica, hay hacer algo nuevo y ojalá le guste a la gente.

Maná tiene fans fieles que llevan años con vosotros, pero ¿ conseguís llegar al público joven?

Si, Maná es uno de los pocos grupos que siguen. En 2017 cumpliremos 30 años como Maná y hay pocos que pueden decir algo así. No es fácil llegar al público joven, pero por lo menos cuando hemos estado en EE. UU. vimos una cantidad de diferentes generaciones, padres que van con sus hijos a nuestros conciertos, eso se me hace alucinante. Lo bueno es que aquí seguimos, siempre actualizados..

Después de tu aventura metalera en el grupo De la Tierra, ¿le suena la música de Maná más suave y tranquila?

No, fíjate que ni siquiera es más suave. Independientemente de las canciones, la batería tiene mucha presencia. En el caso de De la Tierra es de otro género, que dentro del metal hay muchos subgéneros y estilos, aunque siguen más o menos la misma filosofía. No nos queremos encasillar, yo me estoy divirtiendo ahora mucho, me doy la libertad de tocar otras cosas, algo distinto que también he aplicado después a Maná..

Maná lleva casi tres décadas en los escenarios, ¿habéis pensado en parar un poco o creéis que os queda mucha vida?

Nosotros somos un grupo muy unido y que disfrutamos tocando, estando arriba de los escenarios, viajando, llevando nuestra música donde se pueda. Gozamos mucho, así que no podemos llamar a esto trabajo, porque es un placer.

¿Es Cama incendiada uno de los discos menos políticos y sociales de Maná?

Aquí lo interesante es que Maná sigue estando muy involucrado y abierto para hablar de lo que nos preocupa. Somos músicos, pero también ciudadanos. Cuando pensamos en el nuevo disco queríamos hacer algo para que sonara en los bares, un disco alegre y divertido. Ya hay muchos problemas como para que el disco recuerde las cosas movidas, aunque también es muy válido y nosotros pensamos que eso es bienvenido.

­Aun así, con la evasión del Chapo Guzmán o las declaraciones de Donald Trump, ahora hay mucho de qué hablar en México.

Los latinos a los que ataca Donald Trump en sus comentarios déspotas han contribuido al crecimiento de los EE. UU. sirviendo comida o haciendo puentes. Urge un nuevo plan de trabajo en las migraciones. Por otra parte, México y el resto de Latinoamérica tiene un gran cáncer que es la corrupción. Y también seguimos indignados con la desaparición de los 43 estudiantes de los que todavía no hay noticias. Es una mancha horrible para México, aquí la gente es muy linda y los turistas la pasan increíble, pero con estas cosas se van porque, desafortunadamente, la noticia negativa es la que sale a relucir.

@marbianchi3