Este miércoles, a las 22.30 horas, Antena 3 estrenará la tercera edición de Top Chef, el talent culinario en que Alberto Chicote, Susi Díaz y Paco Roncero buscan al mejor cocinero profesional del país -ésa es la gran diferencia del formato respecto al otro gran programa catódico de fogones, MasterChef, en el que participan amateurs-. Entre los 16 aspirantes Andalucía estará representada por el onubense afincado en Málaga Carlos Caballero, actual cocinero del restaurante de José Carlos García en el Muelle Uno pero al que muchos ciudadanos conocerán por ser gerente y máximo responsable de cocina de La Rebaná, un local que cerró el marzo pasado.

Quien se haya sentado alguna vez en una de las mesas del estabecimiento de la calle Molina Lario conoce el fuerte de Caballero: cocina tradicional andaluza pero con un toque innovador. Y es que este chef tiene en su haber importantes avales gastronómicos, como el Primer Premio del Concurso de Jóvenes Cocineros Andaluces (2000) y el Tercer Premio Nacional de Cocina ACYRE (2001). Nada de eso sirvió para que La Rebaná, el establecimiento en que entró a trabajar recién licenciado en los fogones y del que tomó las riendas en 2001, no cerrara: unas disputas por la renovación del contrato de alquiler del local llevaron a echar el cerrojo. Entonces, Carlos Caballero volvió a situarse bajo el paraguas de José Carlos García, del que aprendió en su Café de París; ahora, en el Muelle Uno, el chef sigue progresando con la mirada clavada en un objetivo: volver a regentar un restaurante propio pero con más medios y ambiciones que La Rebaná.

Y ahí entra Top Chef. Un talent culinario que se emite en prime time resulta, desde luego, de lo más apetecible: y es que el premio para el ganador está valorado en 100.000 euros; además, publicará su propio libro de recetas de cocina. El resto, los que irán siendo eliminados semana tras semana, los que escucharán la frase emblemática del programa -«Recoge tus cuchillos y vete»- tendrán que conformarse con la exposición mediática, la proyección pública y profesional que brinda la pequeña pantalla.

Según anticipan los responsables de Atresmedia, este año los chefs van a tener que sudar la gota gorda entre los fogones para hacerse con el título: deberán cocinar en condiciones de dudosa estabilidad montados en un tren y también en la estrecha cocina de uno de los tan de moda food trucks -porque, recordemos, Top Chef es, ante todo, espectáculo. Por cierto, por primera vez, al ganador de Top Chef lo elegirán los propios espectadores: 25 personas anónimas que decidirán con su paladar quién es el vencedor. ¿Será Carlos Caballero? Habrá que seguir el programa para averiguarlo.