Al mismo tiempo que en los despachos del Ayuntamiento de Málaga se debate sobre la continuidad del Instituto Municipal del Libro, así como del incierto futuro del Premio de Novela que dicha institución viene convocando desde 2005, el impulso a la lectura continúa imparable en otros muchos lugares. Como por ejemplo el despacho de Miguel Ángel Díaz, presidente de la Asociación de la Feria del Libro de Málaga, donde estas semanas se debate sobre un ambicioso e ilusionante proyecto: «Hacer que la próxima edición de la Feria del Libro se inaugure por primera vez como feria internacional», confiesa.

Los responsables de la cita literaria, que en mayo del próximo año celebrará su cuadragésimo sexta edición, ya han mantenido reuniones con la embajada de Italia para que sea este país el que «encabece esta internacionalización». «Queremos que la Feria del Libro protagonice un cambio de 180 grados y hacerla más atractiva», destaca Díaz, que ya ha solicitado reuniones con las distintas instituciones involucradas -Ayuntamiento, Diputación, Junta de Andalucía y Universidad de Málaga- para hacerles partícipes de este proyecto y solicitarles un mayor compromiso.

«Hay que traer nuevas cosas para hacer la Feria más atractiva y así convencer a las instituciones culturales públicas y privadas. Así funciona: antes de pedir tienes que presentar un proyecto para convencer a los patrocinadores. Porque la Feria está en la línea que separa el milagro de hacerla y no poder realizarla», sostiene Miguel Ángel Díaz.

Con la bandera italiana ondeando sobre las casetas del Palmeral de las Sorpresas, ubicación que ha supuesto un nuevo impulso a la cita malagueña con la lectura y la escritura, el programa de la XLVI Feria del Libro contaría con la presencia de destacados autores italianos, así como otras actividades relacionadas con el país de Luigi Pirandello, Dario Fo y Umberto Eco.

«La presencia de Italia está comprometida a través de la embajada. Pero ahora estamos perfilando el nivel de implicación. No sabemos todavía si, a raíz de elaborar un programa conjunto de actividades, serán ellos los que aporten un patrocinio y los contactos, para que nosotros usemos esa inversión con el fin de traer autores, exposiciones, encuentros..., o van a ser ellos mismos los que coorganicen todo junto con nosotros».

Otras de las acciones que se estudian es la llegada a Málaga de un barco-biblioteca que tiene previsto salir en marzo desde Italia para visitar distintos puertos del Mediterráneo. «Es un velero precioso que aún no tiene cerrado su itinerario. Una de las cosas que estamos barajando es que llegue al Puerto durante la Feria del Libro». Igualmente, Miguel Ángel Díaz propone que Italia cuente con un stand propio y comprometerá a los libreros participantes para que ofrezcan «literatura italiana en castellano».

«Las letras italianas en España funcionan bastante bien. Estoy seguro de que el público español se va a sentir muy identificado con muchísimos autores. Además, el cómic italiano también cuenta con un nivel de ventas muy alto en España», destaca. Aunque aún quedan muchos flecos por cerrar, la próxima Feria del Libro de Málaga se antoja más completa e interesante que nunca. Un verdadero lugar de encuentro, debate y disfrute de un sector que siempre camina mirando hacia el abismo.