Los conciertos de todos los géneros se han hecho un hueco permanente en las agendas musicales de Málaga pero no es muy habitual anunciar actuaciones de músicos tan influyentes como el estadounidense Calvin Johnson, quien ha incluido una parada en la capital de la Costa del Sol durante la gira que le trae a la península en noviembre. La ocasión de verle, acompañado únicamente por una guitarra, se materializará el domingo 8 de noviembre en La Caverna, gracias al buen ojo y dedicación del colectivo Canela Party. Las entradas se pondrán a la venta la semana que viene y conviene estar espabilado porque solo podrán asistir sesenta personas.

Habrá niños que pregunten qué es eso de la música 'indie' y jóvenes que quieran saber qué había antes del 'indie'. Y personas a las que no les interesa nada de eso pero les sonará un grupo llamado Nirvana. Algo que tienen en común es que para los tres es relevante la figura de Calvin Johnson, precursor del punk rock americano de baja fidelidad, héroe de Kurt Cobain y más compañeros del líder de Nirvana, modelo de coherencia e integridad para músicos y gestores desde hace tres décadas; un tipo que hace las cosas tan a su manera que las inventa.

La elección del espacio donde actuará en nuestra ciudad responde a la preferencia del músico por tocar en espacios distintos a las salas de conciertos habituales. Nada extraño en alguien que desde que dio sus primeros pasos en el mundo de la música ha evitado las rutas bien señalizadas. El comienzo fue el sello K Records (cuyo logo llevaba tatuado Kurt Cobain), fundado en 1982 y aún saludable, en Olympia, la pequeña y aburrida capital del estado norteamericano de Washington. Ese mismo año nació el grupo Beat Happening, su experiencia musical más recordada y a la que siguieron Dub Narcotic Sound System, The Halo Benders, The Hive Dwellers o The Go Team.

Bajo diferentes nombres y con distintos compañeros, la actitud siempre ha sido la misma: ajustarse a lo que uno mismo quiere escuchar más que a modelos preestablecidos. Hacer lo que uno quiera, que en su caso es un rock minimalista, a veces bailable, siempre directo, en el que el sentimiento cuenta más que el virtuosismo o la afinación. Sencillo y muy influyente, hasta el punto de cambiar para siempre el rock americano. Siendo fiel a sí mismo se convirtió, de verdad y sin pretenderlo, en una alternativa tan pura y original que sigue siendo inspiradora.