La plaza de toros de Vistalegre de Madrid acoge hoy la reaparición del diestro Saúl Jiménez Fortes tras su gravísima cogida del pasado mes de agosto en Vitigudino (Salamanca). El festejo supone también el retorno a los ruedos de David Mora, quien permanecía en el dique seco desde 2014, cuando resultó gravemente herido en Las Ventas durante una corrida en la que también Fortes terminó en la enfermería. Un año después, el malagueño le brindaría la faena más importante de su carrera en la capital de España.

¿Cómo se viven los instantes previos a su regreso a los ruedos?

Ya con nervios y mucha incertidumbre por lo que pueda pasar. Conforme se acerca la hora, hay momentos de más confianza y otros en los que aparecen las dudas lógicas. En general, tengo más ilusión que dudas, sobre todo porque han sido muchos días de sacrificio para llegar hasta aquí.

La preparación de un torero para comenzar la temporada siempre es dura, pero en su caso este año ha sido especialmente dura y larga al tener que recuperarse de la grave cogida€

He tenido que partir de un punto más bajo que nunca, pero eso también me ha ayudado a madurar más que nunca. No ha sido sencillo comenzar casi de cero, pero el ir viendo como cada día iba avanzando y recuperando sensaciones ha resultado muy satisfactorio. Realmente, ha sido una progresión continua hasta llegar al cien por cien. Por eso, en el aspecto físico no tengo ninguna preocupación, sé que estoy preparado y por supuesto sin ninguna secuela. Diría incluso que estoy físicamente mejor que nunca, y las únicas dudas pueden llegar por si el público sabrá ver mi toreo en la plaza.

¿Vale la pena todo este esfuerzo y sacrificio para ser figura del toreo?

No lo sé, habrá a quien le valga la pena y a quien no. En mi caso, el esfuerzo vale la pena para sentirme realizado. Soy un afortunado al poder dedicarme profesionalmente a lo que siempre ha sido mi vocación, lo que me hace sentir pleno. Hay momentos en los que lo que me ha preocupado más era ascender, pero ahora mi objetivo es desarrollarme personalmente con la ambición de seguir creciendo.

A muchos les pudo sorprender que tras la cornada de Vitigudino reconociera que llegó a dudar de su capacidad para volver a torear.

Los toreros somos personas, y como todos dudamos cada día. Desde fuera no se ven nuestros sentimientos interiores, y lo que hacemos se percibe con una falsa facilidad. Creo que no se es consciente de que cada vez que damos un paso al frente es todo un reto. También dudamos a veces de dar ese paso adelante, o darlo hacia atrás. Somos humanos, que nadie lo olvide.

¿Se ha arrepentido alguna vez de elegir esta profesión?

Si me dicen años atrás, antes de ser torero, todo lo que he vivido y también lo que he sufrido, quizás ni lo habría intentado. Eso sí, ahora no daría marcha atrás y estoy muy orgulloso de ser matador de toros. En el día a día prefiero mirar más a lo que me falta por conseguir que lo que ya ha pasado.

Antes de esta reaparición en Vistalegre quiso volver a vestirse de luces en Vitigudino para torear a puerta cerrada. ¿Era necesario volver al lugar donde estuvo a punto de perder la vida?

Pienso que hay que cerrar las posibles cicatrices que quedan dentro. Dentro de las etapas que nos marcamos para mi recuperación era fundamental volver a pasar por el trance de vestirme de luces, algo que fue muy duro. Se podría haber hecho en cualquier otro sitio, pero consideré que debía empezar por donde lo había dejado. Aún así, me quedan muchas barreras por derribar hoy.

Lo hará en compañía de David Mora, que también vuelve después de todo un calvario de operaciones tras una cornada de la que usted fue testigo directo.

Lo importante es que la tarde tiene contenido, un guión establecido. No todas las corridas tienen sentido, y este es un aliciente añadido. No tendría sentido si no fuera en Madrid, si no fuera con una corrida de Parladé, o si Mora volviera con otro torero que no fuera yo. Ha sido una gran idea de la empresa Tauroemoción el reencontrarnos tras todo lo que hemos vivido juntos, como esa tarde del 20 de mayo de 2014 en la que los tres toreros terminamos en la enfermería, o al año siguiente cuando tuve el placer de cuajar en esa misma plaza un toro que le había brindado para mostrarle la enorme admiración que siento hacia él.

¿Tiene miedo de la presión de la tarde?

Hay un factor emotivo grande, que en cierto modo ya sentí en Vitigudino. Me preocupa saber gestionarlo bien para que todo salga correctamente. Creo que mi reaparición se produjo el día que decidí volver a torear, y lo de Vistalegre será un reencuentro con la afición. Miedo no siento, pero sí preocupación de saber estar concentrado, saber abstraerme de todo lo que hay alrededor y dar lo máximo de mí.

¿Qué espera la afición de Fortes esta tarde y el resto de la temporada?

Creo que espera emoción, y también que pueda torear despacio, a mi gusto. Esperan que despliegue toda mi personalidad y que las faenas tengan alma. Todo eso es muy difícil, y no siempre lo he conseguido, pero tengo la confianza de que esta temporada que comienza va a resultar fundamental para mi carrera.

Todo apunta a que, una vez confirmada su presencia en las ferias de Valencia y Sevilla, la afición de Málaga podrá verlo en Semana Santa€

Eso no lo sé, ya se verá. Hasta que la empresa no cierre el cartel no se puede saber, pero sí que es seguro que a mi me hace mucha ilusión. Siempre me ha encantado torear en La Malagueta, que es mi plaza, pero más aún después de todos los gestos de cariño que me han dedicado en los últimos meses y fundamentalmente durante la pasada feria. Sea cuando sea mi reencuentro con los malagueños, será algo muy emotivo.

¿Se considera actualmente el torero de Málaga?

Yo me considero un torero de Málaga, aunque no me atrevería a decir que soy el único. Es cierto que soy el que comienza la temporada mejor posicionado de todos, pero el toreo es tan grande que en tres meses te cambia la vida. Hay toreros malagueños muy interesantes a los que seguir, tanto los más veteranos como los jóvenes y los que salen de la Escuela Taurina, que está haciendo una gran labor, a pesar de que no es nada fácil.

¿Le preocupa la fama que tiene de ser un torero al que le cogen mucho los toros?

Es algo que no me preocupa. Lo que me preocupa es crecer como torero, y con el tiempo las grandes faenas eclipsarán esa fama que tengo de que me cogen mucho los toros. Yo pienso que en determinados momentos he tenido mala suerte, y que cuando me han cogido me han hecho mucho daño. De todas formas, poco a poco se irá compensando esa fama, y de hecho creo que ya se va cambiando. Antes me decían torpe, y ahora héroe. No soy ni una cosa ni la otra, y las cornadas no las he inventado yo. Son cosas de toreros.

@danielherrerach