El grupo gallego es uno de los grandes reclamos de la nueva edición del Coincierto, que llenará hoy de actuaciones las calles y plazas de Coín. Hernández y los suyos presentarán (22.30 horas) sus nuevas composiciones y repasarán algunos de los muchos himnos de su carrera, como Bailaré sobre tu tumba o Assumpta.

Cada pocos meses vuelven a Málaga a actuar. ¿Qué pasa, no les quieren en Galicia?

Vamos a emigrar ya definitivamente. La razón es muy sencilla: si doblas el mapa de España seríamos vecinos. Así que es un problema de distorsión espacio temporal que aparezcamos por Málaga cada dos por tres. Así de sencillo todo.

El último single de Siniestro Total se titula El mundo da vueltas, cuya letra advierte que «se acerca el desastre». ¿Así de negativos están?

En realidad somos muy optimistas porque confiamos plenamente en que veremos el apocalipsis final. Nuestra esperanza es vivir lo suficiente para ver el Armagedón y la destrucción del mundo y la raza humana. Lo cierto es que siempre le hemos cantado a todos esos desastres absolutos y al caos final. Además creo que el apocalipsis es algo sexy.

¿El desastre total no es entonces lo que estamos padeciendo con los políticos?

Curiosamente hemos llegado a tener la mayor acumulación de poder en España después de Franco, al tener a Rouco Varela en la Conferencia Episcopal, a Rajoy en la presidencia del Gobierno y a Antón Reixa en la presidencia de la SGAE. Ese triunvirato se rompió porque Reixa no aguantó en el cargo, pero esto ha servido de ensayo de dominio mundial. Ahora nos toca dominar el Fondo Monetario Internacional, que es donde está la pasta, que el fondo es lo que nos interesa...

Son una banda histórica que no deja de publicar material nuevo. ¿Se resisten a caer en la nostalgia?

Este grupo es lo que es por su historia, por toda la gente que estuvo y por todas sus canciones. Lo que pasa es que la nostalgia es un sentimiento paralizante. Si te quedas pensando en lo bonito que fue aquello, no avanzas. Te quedas anclado en una ensoñación, como en una cápsula que efectivamente es castrante. Aunque eso no significa que nos seas consciente de la historia del grupo y de tu vieja artillería pesada de canciones.

De ambos grupos han hecho versiones, así que mójese: ¿Bad Company o Lynyrd Skynyrd?

De Bad Company me gustó el primer disco y rápidamente perdieron un poco de fuelle. Lynyrd Skynyrd tuvo mayor recorrido, aunque tampoco tanto porque luego se metieron el hostión. Pero tuvieron una carrera más productiva. Me quedo con los Skynyrd, sin duda.

¿Después de treinta y cinco años en la carretera, se sienten viejas glorias del rock español?

Nosotros ya hemos pasado a ser directamente unas reinonas del rock. Lo tenemos asumido. Lo cierto es que aún están vivos los pioneros del rock, como Chuck Berry o Jerry Lee Lewis. Y si tenemos eso en cuenta, habría que pensar que aún no ha pasado del todo a la historia la primera generación del rock. La primera generación que hizo rock and roll todavía no ha muerto.

La historia del rock es, efectivamente, reciente. Lo que no puede negar es que ha cambiado tanto que hoy ya parece muerto.

El rock está vivo, pero más que en la música lo hace en los cómics, en los videojuegos, en el cine...

Tampoco hay ya compañías, como Dro, capaces de sostener toda una carrera de un grupo emergente, como lo era Siniestro Total en 1982.

La industria tradicional es muy difícil que piense en una carrera larga. No parece que la industria quiera hoy otra cosa que un one hit wonder [estrella de un solo éxito]. Pero más o menos siempre fue así. Además, nosotros no teníamos ningún planteamiento de hacer una carrera larga. Cuando llegamos a Dro, que era una compañía minúscula, no pensábamos que llegaríamos más allá de sacar nuestras cuatro primeras canciones. Pero al final se fue liando la cosa y mira. Siempre hemos pensado que lo último que estábamos haciendo sería lo último que haríamos del todo. Nunca pensamos que estaríamos tanto tiempo. Durar tantos años cuesta mucho trabajo, porque la libertad es muy cara.

Hoy ya no se reúnen los amigos para escuchar discos...

Bueno, hay otras maneras. Eso de escuchar discos todos juntos y compartirlos se ha sustituido por las redes, en las que de alguna manera estamos escuchando música todos juntos. Si alguien comparte una canción y la comenta en Facebook, por ejemplo, pues eso es una manera de compartir música. Es cierto que era mucho más divertido estar todos juntos que cada uno en su casa delante de una pantalla.

¿Hablamos de las nuevas elecciones?

Todo está empezando a resultar muy cansino. Y tremendamente aburrido. No te creas que un servidor confía mucho en la democracia.

¿Hacia dónde vamos si dejamos de creer en la democracia?

Creo poco en la democracia porque considero que el voto es muy manipulable. Los medios de comunicación y las redes orientan los votos hacia donde quieren. Y por eso creer en la libertad de la gente a la hora de votar y elegir a sus representantes es bastante ingenuo. Sí que hay votantes responsables e informados, pero también hay mucho voto masivo al que le da igual cómo lo haga el partido en cuestión.

¿Qué le parece la unión de Izquierda Unida y Podemos?

Estoy bastante descreído de todo. Si sirve esta unión para que el bipartidismo español empiece a verle por lo menos las orejas al lobo, pues está bien. Porque lo único que provoca el apalancamiento de poder es corrupción.

¿Tiene cuentas en Panamá?

No. ¡Ya me gustaría! ¡Estos tíos son unos genios! Tú te matas a currar y luego te llega la declaración de la renta y tienes que pagar un pastizal. Y éstos no pagan nada. Es verdaderamente admirable.