Long Way Home, el largo camino a casa, es el último de los espectáculos de Producciones Al Fresquito. Virginia Nölting lo interpreta y canta, Jesús Durán la acompaña al piano y Miguel Muñoz Zurita pone los textos y la dirección de un espectáculo con sabor a Nueva Orleans, pero la de antes de las inundaciones, de mucho antes, la de los ritmos del soul con solera. El viaje que nos propone encierra misterios, enigmas que no se desvelan si no es con el disfrute personal y la conexión íntima del espectador y personajes. ¿Qué hay detrás de esta historia donde difuntos y vivientes nos tratan de confundir? Quien esté más vivo podrá hacer este recorrido íntimo y descubrir en la belleza de palabras y música cómo es el viaje personal que se nos propone.

Ese pellizco que se te coge al corazón se acaba de estrenar en el Teatro Cánovas y Zurita autor lo llena de monólogos que no quieren ser poesía, ni quieren ser verdades rotundas, pero que disfrazados de sorna y sentencia se te cuelan en lo más tierno del cerebro. Textos vertiginosos que en la voz de La Nölting suenan, con todos los registros de que es capaz, a demostración de gran actriz. Porque lo es, tiene esa presencia embaucadora, y esa facilidad para seducir al espectador que sólo se explican por la mirada entre amiga y turbadora que parece decirte ´esto es entre tú y yo, te lo dedico a ti nada más´. La voz rotunda de momentos, grave, profunda, se transforma en inocente y pícara en según qué tema y qué pida cada canción. Es la virtud de La Nölting cantante. Canciones de antaño, canciones de negros, que hablan de seducción, de fruta peligrosa, pero también de amor, y también de dolor. Porque ante todo es un musical, un musical al que arropa como un edredón la poesía de la dramaturgia y los personajes escenificados. Pero que no puede dejar de reivindicarse en una puesta en escena perspicaz que es capaz de llevarte en ese viaje lírico hacia un final con postal de Victoria Alada de Samotracia con la actriz al viento en el mascarón de proa, para cortarte el empalago personal al que te ha arrastrado con una bofetada de humor inesperado.

Ese ponerse en camino de vuelta a casa, al lugar que perteneces, al espacio sagrado, ese tránsito plagado de arcanos y secretos, de ocultos misterios iniciáticos en las palabras, en el peligro de las palabras, es seductor. Y nos deja un hermoso espectáculo con una Virginia Nölting auténtica y próvida como actriz y cantante una vez más, ahora en un espectáculo delicioso para degustar.