El arte y la cultura fueron las máximas del Pregón Taurino de la Feria de Málaga 2016 que ayer pronunciaba en los jardines del Colegio de Aparejadores el conocido aficionado Juan Manuel Pozo, gran impulsor de esta actividad desde sus orígenes.

El que fuera novillero y posteriormente aparejador y ganadero realizó una defensa a la feria cargada de recuerdos, y pasando por diferentes campos como la pintura, la escultura, el cine, la música, la fotografía, el periodismo o la poesía, artes que se han desarrollado «gracias a la monarquía del rey del campo, el toro bravo, y gracias a la celebración de los espectáculos, que aportan dinero, se conservan maravillosas especies, y el es protagonista de miles de obras que crean cultura».

Tras ser presentado por Sor María Montserrat Méndez, superiora de las Hermanitas de los Pobres en Málaga, y contar con la colaboración musical durante su pregón de un grupo de aparejadores, Pozo apostó por «seguir, innovar y sacar rédito» a una seña de identidad de Málaga como es su Corrida Picassiana. «La Malagueta tiene la oportunidad de ser protagonista a nivel mundial taurino, se trata de poner en valor nuevas iniciativas», aseguró al proponer «una corrida con un desarrollo que se aproxime a los años 30, época de mayor esplendor de la vida de Pablo Ruiz Picasso». «Es momento de alegría, recordar cosas nuestras, el Pan y Toros, precioso paseíllo, y un pañuelo blanco y un doblete de clarines y timbales», indicó el pregonero en la conclusión de un acto en el que se contó con la intervención de la presidenta del Colegio de Aparejadores, Leonor Muñoz, el diputado de Cultura Víctor González, el delegado del Gobierno de la Junta de Andalucía en Málaga José Luis Ruiz Espejo y el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre.