El 4 de julio, aniversario de la Declaración de Independencia de las 13 colonias británicas de América, ha sido el día elegido por el periódico Washington Post para recordar que sin la ayuda de España y Francia, la independencia americana se habría quedado en papel mojado.

En la entrevista titulada "La Declaración de Independencia fue una llamada de auxilio", el periodista Ishaan Tharoor habla con el historiador descendiente de gallegos Larrie Ferreiro, autor de un ensayo histórico, finalista este año del Premio Pulitzer, titulado 'Hermanos en armas: la independencia americana y los hombres de Francia y España que la salvaron'.

En la versión en internet, puede verse además un grabado de los padres de la independencia americana y junto a él, en grandes caracteres, en francés y en español, un llamativo "Aidez Nous!, ¡Ayúdanos!".

En la introducción se recuerda que los esfuerzos de quienes en Estados Unidos son conocidos como los "padres fundadores" -los promotores de la independencia- "habrían quedado en nada sin la vital ayuda de las potencias extranjeras".

Las potencias eran, en concreto, Francia y España, las únicas naciones, recuerda Larrie Ferreiro, "con la motivación y la capacidad militar y naval para derrotar a Gran Bretaña". Por este motivo, el historiador considera que la Declaración de Independencia fue una llamada de auxilio dirigida a estas dos naciones, para que fueran conscientes de que las colonias estaban luchando "contra un adversario común".

Para el historiador los tres factores más importantes de esta ayuda extranjera fueron, en primer lugar, el que el noventa por ciento de las armas empleadas por los rebeldes americanos proviniera en su mayoría de España y de Francia, y en segundo lugar, la importancia que tuvieron los voluntarios y soldados de estos dos países en la lucha contra Gran Bretaña. Como tercer factor menciona el desgaste que esta ayuda supuso para la poderosa Armada Británica.

El autor del libro aprovecha para recordar que el general francés Lafayette no fue la figura más importante en el bando internacional. A su juicio, el ministro de Asuntos Exteriores francés, el conde de Vergennes, ocuparía el primer lugar y también aprovecha para mencionar otras figuras clave, como los condes franceses de Grasse y Rochambeau; el ministro español de Exteriores, el conde de Floridablanca y el malagueño Bernardo de Gálvez, de quien destaca la rapidez con la que capturó numerosos fuertes ingleses y conquistó Pensacola.

Por último, estima que el ideal de "excepcionalidad y superioridad" frente a los europeos que prendió en los Estados Unidos desde mediados del XIX hasta el siglo XX, es lo que a su juicio ha oscurecido tanto tiempo la realidad histórica: los 'inferiores' europeos -españoles y franceses- fueron los que propiciaron la independencia americana. Bernardo de Gálvez entre ellos.