El Ayuntamiento de Málaga quiere que la Junta de Andalucía se implique en la ampliación de la videovigilancia del Centro, después de contar con un balance positivo de las primeras 17 cámaras en servicio desde marzo de 2007. El área de Comercio ha solicitado a la administración autonómica que se comprometa a financiar la ampliación prevista, de otras 29 cámaras, cuyo proyecto se empezará a contratar a medidos de este mes y tiene un coste inicial que ronda los 650.000 euros.

Esta segunda fase de la videovigilancia consiste en ampliar las 17 cámaras actuales con la incorporación de nueve zonas del Centro, que son anexas al área que se cubre actualmente. Para ello se contempla la colocación de 29 cámaras más en las calles Atarazanas, puente de la Esperanza, plaza de Arriola, plaza de Félix Sáenz, San Juan, Nueva, plaza del Siglo, Granada y plaza de la Merced.

El coste total de esta ampliación ascenderá a unos 650.000 euros, aunque el presupuesto final se definirá en el proyecto que saldrá a concurso a mediados de este mes.

La concejala de Comercio, Purificación Pineda, explicó que han pedido la colaboración económica de la Junta de Andalucía para esta segunda fase, ya que el presupuesto es mucho más alto y estima que puede superar la previsión inicial.

Así, Pineda insiste en que la ampliación de la videovigilancia requiere de una inversión "mucho más alta que la que realizamos en la primera fase, que rondó los 300.000 euros". El mayor coste no sólo se explica en el incremento del número de cámaras, sino que esta fase también requiere ejecutar obras en algunas calles para dotarle de infraestructuras para instalar la fibra de vidrio.

"Hay zonas más antiguas, como la calle Nueva, que no están preparadas y hay que actuar en ellas", reconoce Pineda, quien destaca que eso subirá el importe del contrato. Recuerda que, cuando se instaló la primera fase de la videovigilancia, "las calles habían sido remodeladas recientemente y ya contaban con esa infraestructura".

Pero no es el único elemento que encarece el proyecto. Llevar la videovigilancia a lugares más alejados del centro de control, en el mercado de la Merced, también obliga "a colocar más metros de fibra de vidrio, que es muy cara", apunta la edil. En cambio, el incremento de las cámaras no afectará a ese centro de control, que se construyó "previendo las ampliaciones".

Pese a que el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) aprobó la instalación de la videovigilancia en el Centro, esta ampliación también requiere de su visto bueno, permiso que será renovado anualmente.