Es verano y muchos trabajadores desean tener un horario más flexible que les permita descansar y disfrutar de más tiempo con la familia. Los empleados de la construcción también aspiran a contar en esta época con más facilidades para conciliar su vida familiar y laboral. En julio y agosto el horario de estos trabajadores se recorta y pasa a ser sólo de mañana. Un turno más cómodo con el que se pretende que el operario no se exponga al sol en las horas de más calor y evite situaciones que pongan en riesgo su salud.

La patronal y los sindicatos han acordado recortar la jornada, que pasa a ser de siete horas. La plantilla del sector de la construcción ha recibido con entusiasmo el nuevo horario, aunque cree que llega tarde, ya que hace más de un mes que comenzó el verano. Los empleados afirman que el calor es uno de los factores que les impide hacer grandes esfuerzos y les parece "inhumano e injusto" el hecho de trabajar tantas horas, soportando temperaturas que alcanzan los 40 grados y con tanto ruido. Además, aseguran que muchas empresas no respetan este turno que es de "obligado cumplimiento".

Excepto en el verano, su jornada normal comienza desde muy temprano, con un tentempié a las 10.00 de la mañana y a las 14.00 de la tarde llega la hora de comer. Regresan una hora después y prosiguen su labor hasta las 19.00 de la tarde, agotados y sin ganas de salir luego con la familia, o con los niños para ir al parque, según comenta uno de los operarios consultados.

Sin embargo, la puesta en marcha de la jornada intensiva en verano, que va desde las 7.00 hasta las 14.00, o bien de 8.00 a 15.00 de la tarde, opinan que contribuirá a mejorar el rendimiento y a agilizar la actividad.

Los complementos del trabajo, como el casco, los guantes, las gafas, son a veces un "fastidio" para ellos en momentos de gran calor. "Te hacen sudar más, aunque no hay más remedio que emplearlos para nuestra protección" afirma uno de los trabajadores de una obra del Centro.

Muchos empleados afirman que las constructoras no cumplen con lo pactado. "Nos obligar a venir por la tarde para que acabemos el trabajo, pero esto lastra nuestros derechos", denuncia un operario de dicha obra.

Rafael Bermúdez, vecino del municipio de Villanueva del Trabuco, lleva trabajando como albañil desde hace más de 20 años. "La mitad de mi vida la he pasado como obrero" prosigue. Afirma que la jornada intensiva es una norma que todas las empresas deben de cumplir. "Ninguna compañía tiene que obligar a sus trabajadores a echar más horas de la que realmente les corresponden, es decir, no más de siete horas", manifiesta.

Por su parte, Juan José, operario de otra empresa, comenta que le parece bien el hecho de trabajar sólamente 7 horas. "Es que llevamos trabajando el año entero en turno de mañana y tarde y ya es la hora de tener un descanso". Este albañil de 31 años afirma que aunque muchas promotoras están dispuestas a firmar los acuerdos y convenios con los sindicatos, a la hora de la verdad se echan atrás y los incumplen. "Conozco amigos que se han visto presionados por sus jefes para que trabajen más horas, a sabiendas de que era época de jornada intensiva". Todos los empleados esperan que se cumpla la norma y piden que se incrementen las inspecciones laborales, sobre todo en verano.