Ya hay dos motivos para visitar el hotel Molina Lario, aun siendo de Málaga y por tanto, teniendo pocas ocasiones para hospedarse. La primera de ellas lleva allí desde su construcción frente al Málaga Palacio. Nos referimos a su impresionante patio, muy bien resuelto por el arquitecto Albert Pla. Un remanso de paz y de luz en el cogollo del Centro Histórico.

El segundo motivo puede comprobarse hasta el próximo 6 de agosto y es la exposición que la Asociación de Artistas Plásticos de Málaga (Aplama) ha tenido el detalle de ofrecer a beneficio de la Asociación Malagueña de Esclerosis Múltiple. Nada menos que cien cuadros de pequeño tamaño y cada uno a 100 euros, para capear la crisis y echar una mano a esta activa asociación que con tanta dedicación encabeza Baltasar del Moral.

El autor de estas líneas se pasó ayer por ella y ya se habían vendido una cuarta parte de las obras, un buen dato porque la muestra comenzó el pasado jueves.

Nadie podrá decir que entre tanta variedad, no hay cuadros que no se adapten a sus gustos. En las cerca de 70 obras que restan, podemos ver campos axárquicos al estilo de Evaristo Guerra, estampas impresionistas, soles que evocan los de Van Gogh, realismo, abstracción, naturalezas muertas a la manera de Cézanne y hasta composiciones futuristas como una colorista estampa extraterrestre.

Precio único para unos tiempos duros, con el fin de que la generosidad pueda salir de muchos bolsillos y los enfermos de Esclerosis Múltiple tengan una asociación fuerte en la que apoyarse.

La explanada

? No hace muchos días, esta sección dedicó su atención al vertedero en el que algunos organismos pluricelulares habían convertido la fuente del ´Tempus Fugit´, a la entrada del cementerio de San Miguel. En el vaso de la fuente podían verse desde piezas textiles varias hasta botellas y el guardabarros de un coche.

Pero no todo es susceptible de empeorar. Esta misma semana la fuente, dentro de su decadencia, presentaba un aspecto muy limpio, con todo el vertedero desaparecido.

En cualquier caso, hasta que no se arregle de una vez la desolada plaza del Patrocinio, que así se llama la explanada frente al camposanto, el riesgo de deterioro seguirá siendo alto.

Esperanza

? La esperanza es lo último que se pierde, por eso, las esperanzas están puestas en el arreglo de la plaza lateral de la estación María Zambrano.

Después de que Renfe optara por un centro comercial con trenes, en lugar de ofrecer a la sexta ciudad de España una actuación de calidad, siempre se puede mejorar el entuerto con una plaza que dé algo de personalidad a esta obra para salir del paso que lo mismo hubiera servido para meter trenes en su interior que el mayor supermercado de occidente. Suerte.