Finalmente y pese a las duras declaraciones y acusaciones lanzadas entre los diferentes partidos antes de la reunión, ayer se acordó iniciar los trabajos de cara a la constitución de la futura Mancomunidad de Municipios del Valle del Guadalhorce.

Así, PSOE, PP, IU y PA consensuaron la puesta en marcha de una "comisión promotora" para la creación de esta entidad, cuya misión será realizar un estudio sobre la viabilidad del proyecto así como los pros y los contras del futuro organismo y elaborar la propuesta de estatutos, según confirmaron tanto el secretario de Organización del PSOE, Francisco Conejo, como el secretario provincial del PP, Francisco Salado. La comisión estará compuesta por dos miembros de cada formación (ocho en total) y éstos a su vez deben ser miembros (concejales) de alguna de las corporaciones de los municipios que se espera que formen parte –ocho localidades: Alhaurín de la Torre, Alhaurín el Grande, Coín, Cártama, Álora, Pizarra, Valle de Abdalajís y Almogía–.

Así, en este mes de octubre se llevará al pleno de estas localidades una moción que supone en definitiva la adhesión de estos municipios al proyecto. En noviembre comenzará el trabajo de la comisión promotora en sí, para ya, a principios de año y si todo marcha como debiera, convocar la asamblea constituyente y crear esta nueva mancomunidad.

Sorprende que las formaciones hayan llegado finalmente a un acuerdo tras las manifestaciones lanzadas a lo largo del día de ayer. "Desplante y falta de cortesía del PSOE en la convocatoria", "una mancomunidad que nace muerta" o "una herramienta para tener más cuota de poder y colocar a más gente". Éstas fueron algunas de las frases lanzadas a la prensa por el Partido Popular, que reflejaban de forma clara y contundente el ánimo con el que arrancaron las negociaciones sobre la futura Mancomunidad de municipios del Valle del Guadalhorce propuesta por el PSOE.

Aunque IU, en boca del coordinador provincial, José Antonio Castro, también mostró ciertas reticencias al considerar que se trataba más de "una reunión de política de salón", las mayores críticas fueron sin duda por parte del PP. Al respecto se pronunciaron tanto el presidente provincial, Elías Bendodo, que dijo que no acudió a la reunión por problemas de agenda, como el secretario general, Francisco Salado, que sí asistió al citado encuentro.

"Si lo que querían al convocarnos por fax y el viernes era que no viniésemos les ha salido el tiro por la culata porque el PP está aquí a pesar del desplante y la falta de cortesía del PSOE", declaró. Salado dijo también que si el PSOE pretendía "tener más cuota de poder y colocar a más gente" con este organismo "no lo iban a consentir", y consideró que la Diputación provincial "está fallando en muchas de sus tareas" en el Guadalhorce. El representante del PP puso en duda además la necesidad de un órgano mancomunado, ya que recordó que existen servicios en los que los municipios ya está unidos a través de consorcios.

POSE y PA. Radicalmente contraria fue la visión ofrecida por el PSOE. El secretario provincial, Miguel Ángel Heredia, dijo querer huir en todo momento de la confrontación y ensalzó los beneficios, "más aún en tiempos de crisis", que supone la creación de un órgano de este tipo. "Reduce los costes y permite abaratar los servicios al ciudadano además de ofrecer una mejor calidad y aumentar las inversiones", declaró el socialista.

El representante del PA, Salvador López, mostró su disposición "constructiva" y "positiva" al respecto, al igual que el coordinador de IU, José Antonio Castro, que subrayó que la coalición de izquierdas siempre ha apostado por la constitución de esta mancomunidad, ya desde el año 1998 "que llevamos trabajando por este proyecto".