El nuevo sistema de comedor escolar indigna a los padres, que no han dudado en dar de baja a sus hijos por el, según denuncian, deficiente servicio que prestan las nuevas empresas contratadas por la Junta de Andalucía para preparar los menús que, en algunos casos, tienen que recorren más de 250 kilómetros de distancia, desde la cocina del catering que se ha hecho con la concesión, hasta la mesa. Esta situación ha provocado algún que otro conflicto, niños que han tenido que volver a clase sin comer y manifestaciones de las familias a las puertas de los centros. "Y si no hay más padres que han dejado de llevar a sus hijos al comedor es porque realmente no pueden atenderlos, porque los dos trabajan", asegura Marisol Luque, presidenta de la federación de asociaciones de padres de Málaga (Fedapa).

La Junta ha renovado este curso las licencias de 180 comedores escolares (algo más de la mitad de los que hay en la provincia) al expirar las antiguas concesiones y ha aplicado una nueva normativa, definida en el pliego de condiciones del concurso público, que prohíbe expresamente que se haga de comer en las cocinas de los colegios. La comida tiene que ser transportada por razones higiénicas y sanitarias. Se hace a través de una línea de frío, que mantiene los platos a una temperatura constante y que conserva todas sus propiedades. Salvo cuando surgen problemas. Es el caso del colegio Virgen de Gracia, en Archidona, donde la comida llegó tarde la semana pasada, congelada además, y los escolares no pudieron comer por falta de tiempo, ya que era necesario una hora, como mínimo, para terminar de elaborar los platos.

Tras costosas obras. Luque añade que esta nueva ordenanza del Ente de Infraestructuras y Servicios Educativos (ISE) de la Consejería de Educación llega después de que muchos colegios hayan adaptado, ampliado y mejorado sus cocinas, obras sufragadas por las respectivas asociaciones de padres –que han recurrido, en muchos casos, a ayudas municipales– para poder cocinar en ellas después de que se iniciara el plan de apertura de centros. Este plan significó un renovado impulso para este servicio de compensación educativa, que cayó en cierto desuso cuando se instauró la jornada continua y los niños no tenían que volver al centro por las tardes, recuerda la presidenta de Fedapa.

Numerosas críticas. Según la presidenta andaluza de estas federaciones de asociaciones de padres (Codapa), Pilar Triguero, Málaga no es la única provincia que está registrando este tipo de críticas por parte de las familias. "Lo que ocurre es que son más numerosas, porque en Málaga es donde hay un mayor número de comensales", incide. El año pasado, un total de 55.494 escolares eran usuarios del comedor, según los datos facilitados por la Delegación Provincial de Educación. Triguero comparte que este nuevo sistema ofrece más garantías sanitarias, "pero si se hace bien", insiste.

También argumenta por qué hay padres que han denunciado que este año el precio diario del comedor les cuesta un 30% más caro que el curso anterior. Según explica la presidenta de Codapa, y ratifican fuentes de Educación, la Junta ha establecido un nuevo sistema de baremos para conceder las subvenciones. Esto ha podido provocar algún cambio en estas ayudas, "aunque en ningún caso son significativas", añaden las mismas fuentes de la Administración.

Indicadores antiguos. El principal problema entonces, a juicio de Triguero, es que la Junta trabaja con los datos de la declaración de la Renta de 2008, que corresponde a los ingresos de 2007, "y desgraciadamente, la situación de muchas familias ha cambiado mucho en estos dos años", agregan. Para solventar esta situación, los padres podrían realizar una declaración jurada para demostrar sus nuevos ingresos, o hacerlo a través de los informes firmados por los servicios sociales municipales.

El 70% de los alumnos que comen en el ´cole´ lo hace con subvención

El 70% de los alumnos que el año pasado hacían uso del comedor de su colegio recibían algún tipo de subvención como ayuda a las familias para hacer menos gravosa la contratación de este servicio, informó la Delegación Provincial de Educación, que ayer aún no disponía de los datos actualizados de este curso, y que se centralizan en Sevilla, en la sede del Ente de Infraestructuras y Servicios Educativos (ISE).

Esto quiere decir que sólo el 30% tenía que pagar la totalidad de este servicio que, según añaden las mismas fuentes, en ningún caso cubre el coste del menú. Es decir, el que tiene que pagar el cien por cien del menú, paga menos que lo que cuesta. En concreto, un euro menos.

Andalucía es, además, la comunidad autónoma que tiene el comedor más barato. El cubierto en los colegios públicos cuesta 4,50 euros (en los concertados sube y puede estar entre 5,50 y 6,40 euros). Es un precio aprobado por el Consejo de Gobierno. En Cataluña el precio es de 6,20 euros; en Cantabria cuesta 5,90 euros; en Navarra 6,22 euros; o en Murcia 4,70 euros, por poner algunos ejemplos ofrecidos ayer por la propia administración educativa.

La Junta invirtió en Málaga 2,5 millones de euros el curso pasado para atender a estas ayudas a las familias en los 350 comedores escolares de la provincia. En concreto, 5.000 alumnos estaban subvencionados al cien por cien; 35.000 alumnos sólo pagaban la mitad del cubierto; y 13.275 alumnos recibían de Educación el equivalente al 25% del precio del menú diario, informaron las mismas fuentes de la Delegación, que recordaron que, históricamente, Málaga ha sido la provincia andaluza con un mayor número de comensales, por la concentración poblacional en zonas costeras.

La Junta recuerda que el comedor no es un servicio educativo, sino de compensación educativa que se presta para ayudar a las familias que no pueden hacerse cargo de sus hijos a la hora de comer, por cuestiones, fundamentalmente, laborales.