La Empresa Municipal de Aguas (Emasa) tiene una deuda de más de 192 millones de euros, según los datos aportados ayer en el consejo de administración de la empresa, en el que se abordaron las cuentas de la sociedad referentes al pasado ejercicio.

La deuda, que los grupos de la oposición consideran "desorbitada" y que "pone en peligro la estabilidad económica de Emasa", era ya alta, pero se acrecentó considerablemente el año pasado como consecuencia del canon de 75 millones de euros que le endosó el Ayuntamiento como precio a la concesión administrativa y al uso de suelo y subsuelo para el servicio de abastecimiento de agua.

Como consecuencia de ello, la deuda de Emasa llegó en 2009 a los 192 millones, con un incremento de 64 millones respecto a los 128 millones acumulados en 2008. El problema, de ahí la preocupación de la oposición acerca de la estabilidad de la empresa, es que ésta tiene actualmente una tesorería de 18 millones de euros para hacer frente al pago de sus actividades ordinarias y sólo en salarios tiene un desembolso anual de casi 25 millones de euros.

Plan de estabilidad. De los 75 millones de canon que Emasa debe abonar al Ayuntamiento, 60 deberá pagarlos este año; 15,7 debió sufragarlos en enero y el resto en diciembre. Ello obligará a Emasa a solicitar este año un crédito bancario de 60 millones para hacer frente al pago del canon y abordar otros pagos.

Detrás de todo ello está la difícil situación económica del Ayuntamiento, obligado a cumplir un plan de estabilidad que le limita muchísimo su capacidad para endeudarse. La empresa de aguas, como sociedad anónima, no está sometida a ese plan de estabilidad y no tiene límites para solicitar créditos.

De ahí que el Ayuntamiento obtenga de Emasa, mediante el canon, el dinero que no puede pedir a los bancos y obliga a que sea la empresa de aguas la que se endeude con las entidades financieras.

El miedo de los grupos de la oposición es que con estos métodos se acabe descapitalizando a Emasa.