La desigualdad retributiva de la mujer en España se cifra en torno al 22%, teniendo en cuenta el valor del trabajo en la cadena productiva, «por lo que su trabajo tiene una menor consideración social y tiene por tanto su repercursión salarial», aseguró ayer la secretaria Confederal para la Igualdad de UGT, Almudena Fontecha.

El posicionamiento de España respecto a otros países del norte de Europa es bastante diferenciado, «porque hicieron con anterioridad una política que planteaba la incorporación de la mujer en el trabajo».

Pero la diferencia no solamente se da en la retribución económica, sino que también se reflejan en otros datos como el número de contratos a mujeres que se dan en el país, así como en la duración de los mismos respecto a los varones. Estos factores siguen marcando la tendencia del actual mercado laboral nacional.

«La tasa de la actividad de la mujer española durante la etapa que hemos gozado de una mejor situación económica, con respecto a la media europa, sigue situándose a niveles inferiores», apuntó Fontecha.

Este fue uno de los ejes temáticos de la ponencia Retos para la plena integración de la mujer en el trabajo, dentro del curso La participación de la mujer en el mercado laboral: evidencias de una desigualdad e instrumentos para su corrección, que se desarrolla en el Palacio Marqués de Beniel de Vélez Málaga.

Según Fontecha, la igualdad laboral entre hombres y mujeres «no es algo sólo de carácter social, también es pura economía y política. El que haya más servicios públicos para atender la responsabilidades en ámbito familiar, como escuelas infantiles o atención a personas dependientes, beneficia a la sociedad».

«La igualdad se juega también muchos intereses, ya que los países que apuestan por ella y son el paradigma, significan un beneficio económico, ya que economistas afirman que si la mujer tuviese mayor relevancia, la tasa del Interior Bruto sería mucho mayor», aseguró.

Melchor Celada, subdirector general de Fomento de la Igualdad en la Empresa, Negociación Colectiva y Ordenación Normativa, confirmó en la inauguración del curso que, según un estudio presentado en octubre del pasado año, durante la presidencia sueca «se pone de manifiesto que si la situación de las mujeres en el mercado de trabajo fuera igual a la de los hombres el Productor Interior Bruto en la Unión Europea podría incrementarse en torno al 30%».

Según Celada, «apostar por las políticas de igualdad es rentable desde el punto de vista económico». Por eso, en tiempos de crisis, «no podemos prescindir del talento de la mitad de la población; las mujeres no han sido las que han generado la crisis, pero sí pueden ser parte de la solución para salir de ella», aseguró durante su intervención.

Según datos de la Encuesta de Estructura Salarial, sólo un 30% de los puestos de gerencia en las empresas están desarrollados por mujeres. «Y si hablamos de puestos de dirección, el porcentaje es aún menor», aseguró Melchor Celada.