El Ayuntamiento de Málaga ha ahorrado este año un 10 por ciento en el presupuesto destinado a decorar las calles con luces navideñas. Un ahorro que se cifra en 100.000 euros y sitúa el gasto en 900.000 euros para instalar 4,1 millones de bombillas. Sin embargo, esta cifra, dentro del contexto nacional, es una de las más importantes de las grandes ciudades, sólo superada por los 3 millones de euros que invierte Madrid para adornar 140 espacios urbanos con 4,4 millones de bombillas.

La pregunta que surge es la conveniencia de este gasto en tiempos de crisis y austeridad. Llama la atención, por ejemplo, el escaso apoyo de los comerciantes a una decoración navideña que repercute directamente en sus negocios. De hecho, Bilbao es de las pocas ciudades donde este presupuesto ha subido este año, incrementándose un 10% y alcanzando los 80.000 euros, que servirán para adornar el casco viejo bilbaíno. Este incremento se produce ya que el gasto es de los comerciantes, que apuestan por decorar las calles para dar ambiente y animar al consumo navideño, mientras que el ayuntamiento sólo asume el gasto energético.

Bilbao es un ejemplo de la implicación del sector comercial en ambientar las calles, que también tiene en Barcelona a uno de sus grandes paradigmas. Este consistorio, con sus 1,6 millones de vecinos –3,3 millones en su área metropolitana–, destina 880.000 euros a este fin, una cifra menor que Málaga, que apenas supera los 560.000 habitantes. La clave está en la participación de los comerciantes de la ciudad, que aportan 800.000 euros para sufragar esta decoración, así como una importante financiación de patrocinios privados, con otros 520.000 euros.

La razón de este interés de los negocios locales en animar las calles se fundamenta en el enorme atractivo que representan para el público, lo que multiplica la presencia de posibles clientes. Tanto es así que se calcula que las ventas se incrementan un 20 por ciento en aquellas vías que cuentan con iluminación especial.

Valladolid, la principal ciudad de Castilla y León, destinará este año 500.000 euros para luces navideñas, aunque una parte de la inversión será aportada por los comerciantes del municipio. Sevilla, en cambio, ha buscado otra vía de financiación para sus 400.000 euros de inversión, tras reducir un 33% su presupuesto este año. Para ello ha ofrecido a varias grandes empresas implantadas en la ciudad que cofinancien estos gastos.

Esta línea de colaboración no ha cuajado en Málaga, donde una gran parte del sector comercial se ha mostrado reacio históricamente a financiar una parte de esta iluminación. Precisamente este año la ciudad cuenta con 25 nuevas calles del Centro adornadas y que en años anteriores carecieron de decoración por la negativa de muchas tiendas a poner una parte de esta inversión. No obstante, este año es un caso especial, ya que el Consistorio ha redistribuido en el Centro las luces que no ha podido instalar por la obra del metro.

Reducción

En lo que todos los ayuntamientos coinciden es en rebajar esta partida presupuestarias. Algunos, como es el caso de Pamplona, la reducción es drástica, de un 87% respecto al dinero gastado hace siete años. La situación económica no está para alegrías y eso se deja sentir en esta inversión.

En Málaga, al igual que en el resto de ciudades, la reducción del presupuesto ha sido del 10%. Para ello ha encontrado en la tecnología LED a su principal aliada, como ha ocurrido en el resto de municipios. Parece que estas bombillas de bajo consumo están de moda y se han extendido a la gran mayoría de la decoración luminosa.

Este ha sido el año del cambio total en muchas ciudades, lo que está permitiendo asegurar un ahorro importante en el gasto energético. Algunos municipios han optado por ahorrarse este dinero, mientras que otros, como en Barcelona, han aprovechado por incrementar las calles adornadas en un 15 por ciento.