Era lo que faltaba para terminar de complicar aún más el tortuoso camino que desde 2005 recorre el Campamento Benítez y que nadie se atreve a decir a donde le conduce. «Urbano», «periurbano», «metropolitano»... son términos que en las últimas horas han venido apellidando al parque que se construirá, quién sabe cuándo, en estos antiguos terrenos de Defensa. El PP de Málaga quiere que sea metropolitano, es decir, que preste servicio a los 830.000 habitantes que viven en los 13 municipios del área metropolitana, y que la Junta de Andalucía se encargue de su mantenimiento. Por eso volverá a presentar mociones en estos ayuntamientos, en el Congreso, en el Senado y en el Parlamento andaluz para reivindicar su postura.

Y si así lo quiere es porque desde siempre se ha hablado de ello. Incluso el Ministerio de Fomento, cuando asumió la titularidad de este suelo para construir el Museo del Transporte —y que ahora parece que pasará a la historia— y el Parque Metropolitano del Transporte, anunciado por la entonces ministra Magdalena Álvarez.

Y esta insistencia popular se debe, esta vez, a la proposición no de ley presentada el miércoles en la Comisión de Fomento en la que, según el PSOE, el PP pedía un «parque urbano» y según el PP, el PSOE ha querido engañarles. La diputada Celia Villalobos admitió ayer que en esta comisión actuó «con ingenuidad y utilizó el término urbano y metropolitano como sinónimos». «Nunca más voy a volver a confiar en un socialista», sentenció, refiriéndose al diputado Daniel Pérez.

Villalobos está convencida de que el PSOE pretende escurrir el bulto y no cumplir su compromiso. «No hay voluntad real por parte de la Junta y Fomento de cumplir con los compromisos acordados en 2005», dijo, a la vez que criticó que «el buen estilo político para el PSOE de Málaga no existe».

El PP siempre ha defendido un parque metropolitano «desde el minuto uno», se encargó a su vez de subrayar el presidente del partido en Málaga, Elías Bendodo. Resaltó que de concebirse como un parque periurbano el proyecto adquiriría un «carácter municipal», las obras contempladas serían de «baja intensidad» y tanto la gestión como el mantenimiento corresponderían al Ayuntamiento de la capital. De esta forma, «si hay una intervención supramunicipal tiene que ser más que un parque periurbano», como así lo contempla la Junta en el Plan de Ordenación del Territorio de la Aglomeración Urbana de Málaga (POTAUM), recordó.

Celia Villalobos también consideró que es «ridículo» que el Ministerio de Fomento «tenga un parque periurbano en la ciudad». «Si realmente quieren hacer una chapuza, que cedan la propiedad a Málaga y el Ayuntamiento ya sabrá lo que tiene que hacer», añadió. Además, precisó que el convenio firmado en su día por Defensa y Fomento limitaba los «usos futuros» del Benítez, así que, de no llevarse a cabo el parque metropolitano y el Museo del Transporte proyectado en un primer momento, «el Ministerio de Hacienda podría retirarle la propiedad del suelo a Fomento», cuyo momento de transferencia fue calificado por Villalobos como de «absoluta indefinición».

Además puso en evidencia la notable reducción presupuestaria anunciada de 300 millones de euros a sólo dos. Esta partida, a juicio de Villalobos, «no da para hacer un parque metropolitano con las instalaciones que necesita la ciudad». Ambos utilizaron el recurso de comparar el esfuerzo de la Junta por mantener el parque metropolitano de El Alamillo, en Sevilla, y la negativa de hacer lo mismo en Málaga en los terrenos del Benítez, según criticaron.