La Asociación Malagueña en Defensa de las Chimeneas y el Patrimonio Industrial ha defendido en una nota la pervivencia del último gran resto portuario de tiempos de Cánovas del Castillo, el morro de Poniente. La Autoridad Portuaria tiene previsto demoler esta construcción aprovechando las obras del nuevo puerto pesquero, que se iniciarán antes de fin de año.

La explicación oficial para hacer desaparecer el viejo dique –entre los muelles 8 y 9 y que en la actualidad se encuentra en desuso– es facilitar la maniobra de los buques dentro del puerto, especialmente de aquellos que vayan a atracar dentro del muelle 9 y en el atraque Norte de cruceros, que está situado justo enfrente.

La asociación denuncia el «escasísimo nivel de sensibilidad patrimonial» con el que se están acometiendo las obras del puerto y recuerda la demolición del silo portuario, «un edificio con grandes posibilidades de reutilización y que en otras ciudades ha dado lugar a imaginativos proyectos». También denuncia la rápida desaparición de los restos de buques del siglo XIX, aparecidos durante las obras y que «se despacharon apenas con una simple inspección y en la actualidad se ignora su destino».

La asociación destaca que el morro de Poniente fue fruto de la ampliación del puerto proyectada por el ingeniero de Caminos Rafael Yagüe en 1876 y concluida en 1897. En su construcción, recuerda, se utilizó la piedra del cerro de San Telmo, cuya voladura parcial tuvo lugar en 1880.

El colectivo muestra su «enorme preocupación» porque «un destacado elemento de nuestras obras públicas pueda desaparecer en un mal encauzado proceso de renovación que pasa por la destrucción sistemática de valiosos elementos constructivos que son, además, señas de identidad de una ciudad portuaria como Málaga». Por ello, extiende su preocupación al futuro del depósito de aguas paralelo a la avenida de Manuel Agustín Heredia».

La nota concluye reclamando que «se dé marcha atrás» en la intención de demoler estos elementos y que se realicen consultas con especialistas para integrarlos «en la nueva imagen del puerto de la ciudad».