El Centro de Inserción Social (CIS) de Málaga ha iniciado este mes de noviembre un programa de nueve meses de duración para las personas condenadas por delitos contra la seguridad del tráfico, con el que se pretende la reeducación y concienciación en cuanto a la importancia del cumplimiento de las normas, así como promover un cambio de actitud y comportamiento en los penados.

Según ha explicado en declaraciones a Europa Press el director del CIS, Juan Antonio Matamoros, se trata de un programa que se ha implantado este mes "equiparable en tiempo" a los que ya existen sobre violencia de género o sobre educación sexual. Además, ha destacado que presentan un plan "muy extenso en el que se trabaja mucho el nivel terapéutico".

El programa, que se imparte en el centro, ha comenzado con tres grupos de 15 personas cada uno, según Matamoros. Consta de seis meses de intervención, más tres meses de seguimiento; y está formado por 16 unidades de trabajo, conteniendo cada unidad una parte teórica y una serie de ejercicios prácticos y dinámicas de grupo para conseguir los objetivos.

El fiscal coordinador de Seguridad Vial en Málaga, Javier de Torres, ha explicado que este programa está destinado a personas penadas a Trabajos en Beneficio de la Comunidad (TBC) por delitos contra la seguridad del tráfico por conducir a más velocidad, bajo los efectos del alcohol o sin permiso, siempre que la pena sea superior a 40 jornadas.

En este sentido, ha explicado que estos delitos llevan aparejadas penas de prisión, que oscilan normalmente de los tres a los seis meses, o de multa o de trabajos en beneficios a la comunidad, y ha indicado que la elección de la pena se hace por las acusaciones en el momento de hacer la calificación de los hechos y por los jueces que son los que deciden finalmente.

No obstante, ha considerado que este programa es una alternativa "válida" a la pena de prisión por otros delitos contra el tráfico en los supuestos de suspensión de condena, siempre que se cumplan los requisitos y según se establece en el artículo 83 de Código Penal, en el que se alude a la posibilidad de condicionar la suspensión a la participación en estos programas.

De Torres ha manifestado en declaraciones a Europa Press que este tipo de programas formativos pretenden "potenciar la concienciación" en las personas que han cometido estos delitos y ha destacado especialmente "su finalidad reeducadora", precisando que por su duración y su contenido "tan extenso" estarían "más enfocados a personas que requieran más de esta reeducación".

En cuanto al contenido, algunas unidades son más generales, al referirse a temas como el respeto y cumplimiento de las normas, a la identificación de comportamientos peligrosos o a los límites de la atención, aunque hay otros apartados del temario más concretos, como son los dedicados al alcohol, a las drogas, a la velocidad o a la conducción temeraria.

Además, con este programa también se trabaja la educación emocional, atendiendo así a aspectos como la empatía, los valores y contravalores en la conducción, con el objetivo de conocer la influencia y la responsabilidad social y legal del incumplimiento de las reglas; o la prevención de recaídas, según consta en el plan diseñado.

Además de este programa, hay en marcha cursos también de seguridad vial para personas penadas pero con menos jornadas de Trabajos en Beneficio de la Comunidad. Según ha precisado el director del CIS, unas 100 personas siguen este tipo de cursos formativos.