La provincia de Málaga cerró el año 2011 con un aumento del 40% sobre el año anterior en el número de empresas que entran en quiebra y alcanzó los 139 concursos de acreedores en todo el ejercicio. La cifra, que es la más alta registrada con la crisis, supone casi la cuarta parte de las 593 quiebras empresariales publicadas en la comunidad andaluza, según el Baremo Concursal 2011 elaborado por la consultora PwC a partir de la información publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE).En Andalucía, el aumento con respecto a 2010 fue de un 38% y en el conjunto del país se quedó en un 19 por ciento, para un total de 5.367 concursos.

PwC constata que desde el cuarto trimestre de 2010 el número de concursos de empresas ha ido aumentando significativamente trimestre a trimestre, por el progresivo deterioro de la economía. El socio responsable del Área de Reestructuraciones de PwC, Enrique Bujidos, apuntó que es previsible que la tendencia se mantenga en 2012, y demandó que se cierre una nueva reforma de la Ley Concursal que haga más viable la supervivencia de los negocios y dote de un papel más activo a los acreedores, que deberán «poder participar de forma activa en la toma de decisiones que permitan la recuperación de sus créditos, sustituyendo gran parte de la labor que hoy realizan los administradores concursales y el propio juez».

Hasta ahora, la principal queja de los profesionales del Derecho Concursal es que la saturación de casos en los juzgados viene impidiendo que los convenios con los acreedores se resuelvan en un tiempo prudente de dos años, provocando que el proceso se alargue hasta tres o cuatro y haciendo casi imposible la supervivencia de las empresas concursadas.

El hecho de que, además, muchas empresas sólo aceptaran declararse en concurso de forma obligada y cuando estaban en fase terminal (lo que se conoce como concurso necesario), provocaba que sólo un 6% de las firmas que iniciaban esta vía judicial lograba sobrevivir, mientras que el resto acababa en liquidación de bienes. Ese porcentaje debe revestirse a medida que las empresas optan ahora mayoritariamente por declararse en quiebra de forma voluntaria, lo que permite tener más tiempo para llegar a un acuerdo y salvar la vida de la empresa.

Según Pwc, los sectores de la construcción y el inmobiliario continúan representando el mayor porcentaje del total de concurso, con un 44% entre ambas (26% y 18%, respectivamente). El crecimiento de las insolvencias no ha dejado de aumentar en estas industrias durante el pasado año.

En cuanto al tamaño, la mayoría de compañías insolventes en 2011 cuentan con un activo inferior a 2 millones de euros. Por último, las pymes de hasta 50 empleados representan el mayor porcentaje de compañías afectadas por número de trabajadores.