La huelga convocada en la enseñanza pública para protestar contra las restricciones económicas impulsadas por el ministro José Ignacio Wert transcurrió ayer en Málaga sin incidentes y con un índice de respuesta que los sindicatos califican de «satisfactorio». La movilización, la primera de la historia de la democracia que concierne a todos los niveles educativos, fue especialmente notoria en la Universidad, donde, de acuerdo con UGT y CCOO, recabó el respaldo del 98 por ciento de la comunidad docente; en primaria y secundaria, por su parte, el seguimiento alcanzó el 62 por ciento, siendo en los institutos hasta ocho puntos mayor que en los colegios y centros de educación infantil.

La participación, sin embargo, resultó bastante más modesta€un 35 por ciento€ entre el personal de administración y servicio no universitario, que engloba a conserjes, monitores de educación especial y personal de asistencia complementaria. Las cifras de la provincia conectan con los datos globales del país, que miden la eficacia de la huelga entre el 80 por ciento de seguimiento de los sindicatos y el 22 aportado por el Ministerio de Educación.

La convocatoria, que en Málaga comportó dos concentraciones, una matutina, a las 11.00 y otra a las 19.00, que derivó finalmente en manifestación, se insinúa como el inicio de un calendario continuo de protestas contra las medidas anticrisis adoptadas por el Gobierno; hoy está prevista, sin ir más lejos, una concentración de rechazo a la reforma laboral.

La huelga en la enseñanza arremete contra el decreto aprobado unilateralmente por el Gobierno del PP y en el que se validan las nuevas políticas de reducción del gasto educativo, entre las que figura la subida de las tasas universitarias, la bajada de las becas y de los sueldos y el aumento de la carga lectiva de los profesores, lo que, en la práctica, según los sindicatos, supondrá la pérdida de entre 2.000 y 3.000 empleos en la provincia de Málaga. Para José Fernández, de CCOO, la norma supone un retroceso histórico y desmantela las garantías de calidad de la enseñanza pública.

Durante la movilización de la tarde, que congregó a alrededor de 10.000 personas, según los convocantes, Ainoa Serano, del Sindicato de Estudiantes, recordó que los recortes se enmarcan en un contexto duro y restrictivo, que afecta también a otros servicios básicos. Teresa Blanca, de UGT, destacó el seguimiento general en el provincia, que rondó el 62 por ciento, lo que, en su opinión, supone un éxito «notable»; ya que, en Andalucía, a diferencias de otras regiones, todavía no se ha aplicado el decreto.

También se sumó a las protestas la rectora de la Universidad de Málaga, Adelaida de la Calle, que consideró el seguimiento como «mayoritario» y criticó, además de los recortes, la fórmula de tramitación del decreto, que ha prescindido, insistió, de la opinión de la comunidad universitaria. Los sindicatos remitieron ayer un escrito al Consejo Social y Económico de la UMA para que se pronuncie en torno a las nuevas condiciones.

Durante la concentración, convocada por la Plataforma en Defensa de la Enseñanza Pública, los huelguistas ocuparon la totalidad de la calle Larios y avanzaron espontáneamente hasta la Plaza de la Merced. «Con las nuevas tasas quizá el próximo año no pueda estudiar», señaló Pedro Pérez, estudiante de Traducción. Las movilizaciones fueron igualmente masivas en otras capitales del país; en la Complutense fueron arrestadas dos personas.