Ayer iba a ser un día como otro cualquiera en el colegio de Educación Infantil conocido como El Chalecito, ubicado en el populoso barrio del Tiro de Pichón, frente a la iglesia Santa María Goretti. Era primera hora de la mañana, y numerosos padres dejaban a sus hijos en el centro de párvulos. Varias madres charlaban animadamente y el ruido del tráfico envolvía a los presentes, que esperaban desperdigarse pronto para hacer frente a sus quehaceres. Sin embargo, una discusión entre dos hombres de raza negra que habían acudido a dejar a sus niños al colegio acabó en tragedia: uno apuñaló mortalmente a otro, que falleció delante de su novia.

Los hechos sucedieron, según fuentes policiales, a las 9.08 de la mañana. Ambos habían ido a dejar a sus hijos al colegio, cuando los niños empezaron a discutir. Ésta es la principal hipótesis que maneja la policía.

Esa pelea verbal de los menores se trasladó a los padres, de tal forma que uno de ellos sacó un machete, según un testigo presencial, un cuchillo, según otros, y apuñaló a su oponente. Herido de muerte, éste comenzó a empujar a su agresor, pero a los pocos segundos cayó al suelo.

El presunto autor del crimen es de Costa de Marfil y tiene 34 años, mientras que el fallecido es de Ghana y suma 33. Los hechos sucedieron cuando las madres y padres dejaban a sus pequeños en el colegio; ese público vio cómo expiraba el fenecido, que según otra versión llevó al centro al hijo de su novia. Ésta, presa de un ataque de nervios, empezó a insultar al agresor, y luego fue introducida en El Chalecito.

Rápidamente se personaron en el lugar efectivos del 061, de la Policía Local y de la Policía Nacional. Las maniobras de reanimación cardiopulmonar duraron casi una hora, pero no hubo nada que hacer. Testigos presenciales aseguran que el supuesto ejecutor abandonó el lugar del crimen andando tranquilamente, incluso sonriendo, entre una marea de insultos que él no se atrevió a contestar. Luego sí aceleró el paso, y se refugió en unos bloques cercanos. Fuentes policiales dijeron que los vecinos de la zona llevaron a los agentes hasta el improvisado escondite del agresor. «La detención fue muy rápida», dijeron las fuentes consultadas.

Éstas son, hasta ahora, las certezas, pero la rumorología del barrio no dejó ayer de correr: un comerciante de la zona lo presenció todo y al relatar lo sucedido su palidez era evidente: «Ha sacado un machete después de una pelea, tenían a los niños al lado, y le ha dado dos o tres puñaladas. Luego se ha ido tan tranquilo, como el que va a comer».

Varios alumnos del Instituto Salvador Rueda explicaron que ambos son porteros de discoteca, el fallecido de un local de El Copo, y su antagonista ha trabajado en diversos pub del Centro Histórico. Uno de ellos corroboró que el ejecutor se fue a paso tranquilo, sin inmutarse, tal vez en estado de shock por lo sucedido. Éste chico apunta a una riña previa como móvil.

Ambos vivían en el barrio y se conocían. Otro testigo aseguraba que el detenido fue víctima hace dos semanas de una agresión con arma blanca, lo que conectó con este episodio. Asimismo, otros vecinos de la zona hablaban de celos como motivación fundamental del deceso, pero la hipótesis preferida de la policía es la de la pelea de los niños que se amplifica por parte de sus mayores.

«Yo conozco del gimnasio al agresor, vive por aquí, pero es un tipo tranquilo, simpático incluso», describe otro vecino aún asombrado por lo sucedido. Una alumna del instituto cercano lo recogió todo con el móvil, o eso cuentan los jóvenes. Hoy pasará a disposición judicial tras dormir en la Comisaría de la Policía Nacional.