La Fiscalía de Málaga pide cuatro años de cárcel para un vecino de Antequera por supuestos abusos y malos tratos a su hijo menor de edad. Asimismo, el ministerio fiscal reclama el pago de una responsabilidad civil de 6.000 euros por los daños sufridos por la víctima, y la imposibilidad de que pueda acercarse a la misma durante cuatro años. El juicio se celebra hoy y mañana en el Juzgado de lo Penal número 10.

En su escrito de conclusiones provisionales, el acusador público asegura que el 5 de junio de 2001, el Juzgado de Primera Instancia número 3 de Antequera dictó una sentencia en la que se decretaba la separación de un matrimonio de tal forma que la guardia y custodia del hijo común, de seis años de edad, se otorgó a la madre, pese a que se estableció un régimen de visitas para el acusado, en favor del pequeño.

El 10 de mayo de 2002, se modificó el régimen de visitas, dado que la madre y el niño vivían en una localidad barcelonesa, y el acusado continuaba residiendo en la ciudad del Torcal.

Quemaduras de cigarro. El 13 de enero de 2003, continúa la acusación pública con su relato, el niño regresó de estar unos días con su padre, y la madre pudo comprobar que el pequeño «presentaba dos quemaduras de cigarrillo, de varios días de evolución en la cara y la mano izquierdas».

La mujer, alarmada, llevó al niño al servicio de urgencias Hospital Universitario Germans Trias I Pujol de Badalona (Barcelona), y desde allí fue derivado a Pediatría, Servicios Sociales y Psicología. El niño fue entrevistado en varias sesiones, en las que los facultativos pudieron determinar que el menor «había sufrido malos tratos y abusos sexuales durante la visita paterna», añade el representante del ministerio público.

Los malos tratos consistieron, según su relato, «en golpearle con una correa, atarle las manos a la espalda en la ducha, golpearle si lloraba, quemarle la cara y la mano, etcétera...», subraya el fiscal, que añade que los abusos sexuales consistían en que el procesado «obligaba al menor a desnudarse, y, tras arrojarle sobre la cama», le realizaba tocamientos «de todo tipo». Incluso, le decía que si contaba lo sucedido le pegaría, lo que generó en el niño ansiedad y miedo hacia su padre.

Finalmente, el Juzgado de Primera Instancia 3 de Antequera suspendió el 9 de abril de 2003 el régimen de visitas del padre. El fiscal pide tres años por los abusos sexuales, uno por los malos tratos y una multa de 1.200 euros por la falta de lesiones. Además, reclama que se le impida ejercer la patria potestad durante un trienio.