Si bien la regularización de las empleadas del hogar fue recibida con escepticismo por muchos sectores, hubo otros que se manifestaron a favor de la nueva legislación. Es el caso de la Asociación de Ucranianas en España, con sede en Málaga, que desde el principio se tomó muy en serio la importancia de esta medida.

Para las extranjeras, esta medida supone un importante avance en el reconocimiento de sus derechos, ya que además de empezar a cotizar en la Seguridad Social, se les presentan más facilidades a la hora de ampliar el permiso de trabajo en nuestro país. Emilio Souto, voluntario de esta asociación, se encarga de asesorar a las mujeres que acuden al centro y facilitarles la documentación pertinente para que puedan tener un contrato en regla.

Según Souto el principal problema a la hora de regular la situación laboral de las empleadas del hogar es «la falta de conocimiento de los empleadores», que normalmente se muestran «reacios» a formalizar el contrato. «Creen que si lo hacen pueden estar siendo objeto de examen por parte de Hacienda y es todo lo contrario, todos los empleados del hogar deben trabajar con las condiciones». En este sentido, desde la Asociación Ucranianas, que también acoge a mujeres procedentes de otros países de Europa del Este, aseguran que apenas hay información sobre esta cuestión, lo que dificulta la toma de decisiones por parte de los empleadores.

Para intentar solucionar este tema, el pasado mes de febrero enviaron una petición a la ministra de Trabajo, Fátima Báñez, con el fin de impulsar una campaña de concienciación e información sobre la obligatoriedad de tener en regla a estas mujeres. «No obtuvimos respuesta alguna», asegura Souto, quien se mostró partidario de crear una oficina de información para empleados y empleadores.

Esta asociación, que da apoyo a centenares de mujeres, cerrará sus puertas próximamente debido a la «ausencia de respaldo económico» que están viviendo.