Tras un año de buenos resultados en el tráfico de contenedores, animados por los problemas laborales en el puerto de Tánger, el puerto de Málaga vuelve a registrar fuertes descensos en la actividad, que se aceleraron durante el verano con descensos superiores al 30% en los meses de julio y agosto respecto al mismo periodo del año pasado.

Durante el mes de junio se movieron 22.446 contenedores; en julio se situó en 23.659 unidades y en agosto bajaron a 21.461 contenedores en el puerto de Málaga. Estas cifras están muy lejos de los 64.781 contenedores que se llegaron a gestionar durante el mes de diciembre de 2011 o los más de 25.000 de los meses de verano de 2011.

Estos resultados suponen un nuevo revés tras el alivio vivido durante la segunda mitad del año pasado y comienzos de 2012, cuando se llegaron a duplicar las cifras que había registrado durante los años anteriores. Resueltos los problemas de Tánger, la actividad ha caído a niveles preocupantes y ha obligado a la plantilla de 120 estibadores a aceptar la aplicación de un ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) de un año.

El secretario del comité de empresa de los estibadores, Sergio Cosano, explicó que la actividad actual no es suficiente para mantener a los 110 trabajadores eventuales que reforzaron la plantilla durante los meses de más actividad. «De hecho, no es suficiente ni para mantener a los empleados fijos, por lo que hemos aprobado un ERTE de un año y, si todo sigue igual, se extenderá otro año».

El ERTE establece que los trabajadores vayan pasando de forma rotatoria al paro durante un máximo de 150 días, el máximo que permite la ley, con idea de asegurar el mantenimiento de todos los puestos de trabajo.

Cosano lamentó la falta de líneas estables que aseguren un nivel de trabajo suficiente durante todo el año: «Las navieras están apostando por los puertos donde han invertido para disponer de una terminal propia, como Algeciras, donde ahora están al 150% y han tenido que contratar a más de 400 trabajadores eventuales».

«Buscamos que la Autoridad Portuaria haga un esfuerzo para abaratar los precios un poco más y que contacte con las navieras», insistió Cosano, quien recalcó que eso apoyaría el esfuerzo comercial que está haciendo la concesionaria de la terminal -Noatum- «y que no ha tenido el fruto que esperábamos».