«Hoy quiero compartir con vosotros que ayer pude disfrutar de mis cuatro hijos durante dos horas. Las dos mejores de mis últimos 441 días. A continuación os dejo una foto de los niños unos días antes de que Carolina (su exmujer) se los llevase a México (junio de 2011) y otra de ayer (15 de septiembre). Cada cual que juzgue en base a las imágenes. Sólo pido que mis hijos vuelvan para ser felices».

Este es el testimonio que el abogado malagueño Jorge Shaw Morales dejó en su blog personal y en su página de Facebook tras disfrutar de dos horas con sus hijos en México. En el blog cuestiona el estado en el que se encontró a los niños, de entre 3 y 10 años, e incluye dos fotografías con un año de diferencia, donde, según él, se aprecia la falta de atención que reciben los menores por parte de su exmujer.

El encuentro es la primera recompensa para Jorge Shaw desde que lo dejó todo en Málaga y se marchó a México el pasado 23 de abril, lugar al que su exmujer se marchó sin previo aviso con Carlota, Nico, Hugo, y Alex y su nueva pareja, un hombre de negocios mexicano. Su empeño tuvo una primera recompensa hace unos días, cuando la justicia mexicana obligó a su expareja a dejarle ver a sus cuatro hijos durante dos horas.

Pero antes, este padre malagueño inició toda una serie de acciones judiciales, se especializó en superar trámites burocráticos y leyes mexicanas con el único objetivo de recuperar a sus hijos. Según la denuncia que presentó este abogado, su exmujer le dijo un día que recogería a los niños para llevárselos a un parque de atracciones. Fue la última vez que los vio y, según su testimonio, le resulta incompresible cómo pudo la policía dejar pasar por el aeropuerto de Barajas a cuatro menores sin la documentación necesaria.

A partir de entonces, Shaw, que había terminado con un matrimonio y divorcio problemático en 2009, inició la búsqueda de sus hijos y denunció a su expareja por un caso de secuestro. La Interpol lanzó un mensaje de búsqueda y captura de su exmujer y de los cuatro niños y a principios de año voló hasta México para seguir la pista de sus hijos. Pese a la orden de la Interpol, le fue imposible verlos, ya que, como cuenta Marcia Morales, tía de este padre desesperado, «durante todo este tiempo han estado cambiando de sitio, se han mudado varias veces de casa y hasta de región».

Tras regresar a Málaga, en mayo decidió regresar otra vez a México con el objetivo de ver a sus hijos y traerlos para España. Y lo logró el pasado viernes en el estado de Querétaro, donde según los familiares de Jorge los niños estaban haciendo un test psicológico. «Están en un estado lamentable», aseguró a este periódico Marcia Morales.

Según Marcia, durante el periplo de la expareja de Jorge los cuatro niños han estado más de un año sin escolarizar. «Sólo ahora y por orden judicial la madre los lleva a la escuela. Durante todo este tiempo han estado cambiando de sitio, se han mudado varias veces de casa y hasta de región», asegura la tía abuela de los cuatro niños, quien añade que en ese periodo de tiempo la exmujer de Jorge ha conseguido eludir a la justicia «debido al poder y relaciones que tiene la actual pareja de la madre de estos niños».

Marcia y el propio Jorge insisten en el estado de los niños con los datos que arroja un informe realizado por el Estado de Querataro. Según ellos, en el punto nueve del mismo se indica «que los niños no se han adaptado». Según esta familiar, Jorge Shaw permanecerá en México hasta que consiga que la justicia mexicana le dé la razón y pueda regresar a Málaga con sus cuatro hijos.