Después de la tempestad siempre llega la calma, el problema es que, muchas veces, la tormenta es tan fuerte que hay que dedicar su epílogo a valorar lo que se perdió por la furia de los elementos. Y eso han hecho a lo largo de este fin de semana los técnicos del Consorcio de Compensación de Seguros en las zonas de la provincia afectadas por el fuerte temporal de lluvia que azotó Málaga el viernes y el sábado pasados: éstos han concluido que los daños en bienes asegurados ascienden a 15 millones de euros, aunque, eso sí, se trata de una primera estimación construida con lo que han visto sobre el terreno. La labor de despacho afinará aún más la cifra.

Así lo confirmaron ayer fuentes del Consorcio Provincial de Seguros a La Opinión de Málaga, que además indicaron que esperan 950 reclamaciones de afectados: 800 relativas a desperfectos en viviendas, comercios e industrias y 150 relativas a daños en vehículos.

En Villanueva del Trabuco, Villanueva del Rosario y Archidona han resultado dañadas 410 casas, fundamentalmente en el primero de los municipios; 70 comercios y cien coches. En la Vega de Antequera, sobre todo en Bobadilla Estación y Humilladero, se esperan 275 reclamaciones, 208 de ellas relativas a casas anegadas por la fuerte riada.

En el Valle del Guadalhorce se esperan 130 reclamaciones, 80 de ellas relativas a casas afectadas, 15 referentes a comercios e industrias dañadas y 35 por desperfectos en vehículos. Eso sí, las fuentes del Consorcio hicieron hincapié en que se trata de bienes asegurados, por lo que a esta estimación inicial habría que sumar los daños sufridos por el mobiliario público y en las infraestructuras, por ejemplo.

Mañana, los peritos continuarán visitando las zonas afectadas. Entre los consejos, se advierte de la utilidad de sacar y guardar fotografías de los desperfectos y restos de los bienes dañados a la hora de verificar los problemas de cara a las indemnizaciones. Asimismo, los afectados pueden llamar al 902 222 665 como vía más rápida para presentar sus reclamaciones o hacer cualquier tipo de consulta.

Asimismo, la Guardia Civil, el Infoca y el servicio de emergencias, continuaban ayer buscando al hombre desaparecido tras la crecida del río Guadalhorce en Pizarra. El varón, de unos 60 años, se subió al techo de una casa cercana al cauce, pero el agua lo arrastró y de él nada se sabe. La Junta de Andalucía desactivó ayer, además, la presencia de la Unidad Militar de Emergencias (UME), por lo que sus efectivos dejaron de participar en esta búsqueda.

Se cree que el hombre podría ser hallado en los próximos días durante las tareas de limpieza que se desarrollan en las numerosas fincas afectadas en la zona. La lluvia se ha cobrado ya dos víctimas mortales: una mujer que se ahogó el viernes en Álora y un hombre que murió sepultado por el lodo en Archidona. En concreto, agentes del Grupo de Emergencias de Andalucía (GREA) y de la Guardia Civil peinaban ayer el cauce del Guadalhorce. Un millar de efectivos participan en las tareas de limpieza en 12 municipios de la provincia -gran parte en Almería-, fundamentalmente retirando barro y lodo de las vías de acceso a los pueblos y en las calles.

Además, ayer se restableció el suministro eléctrico en todas las zonas afectadas, pero continuaban los problemas con el suministro de agua en el Trabuco, Rosario, Valle de Abdalajís y Álora. Cruz Roja envió a la primera de las poblaciones 18.000 litros de agua potable, y la Junta un camión cisterna.

El delegado del Gobierno de la Junta, José Luis Ruiz Espejo, visitó la Vega Antequerana junto a representantes de una organización agraria. Así, anunció que la Junta creará una Oficina Técnica para ayudar a los municipios y agricultores afectados por el temporal a evaluar los daños sufridos, y se tramiten lo antes posible las ayudas.

En concreto, 700 hectáreas de cultivos se han visto dañadas en la Vega antequerana, fundamentalmente de cebolla, patata y espárragos, cuya cosecha se perdería. Asimismo, los terrenos quedarían yermos de cara a futuras plantaciones. También ha habido «cuantiosos daños» en los cultivos de cítricos del Guadalhorce.

Ayer fue cortada la carretera A-7202 en Archidona y otras cinco vías de la red secundaria en Genalguacil y Antequera presentaban una circulación irregular. Eso sí, el tráfico ferroviario quedó completamente normalizado.

«Lo más duro fue ver las fotos de boda flotando en el salón». La lluvia ha golpeado con fuerza el municipio malagueño de Villanueva del Trabuco, de más de 5.000 habitantes. Las casas, el colegio y los comercios se vieron anegados por el agua y el fango. La avenida del Guadalhorce, calle Antequera y el casco urbano fueron los más afectados. Los vecinos quitan barro y agua de sus hogares, donde las pérdidas materiales hacen que muchos tengan que cambiar todo el mobiliario de su hogar, pero lo más duro son los recuerdos. Es el caso de Dolores y Jesús, un matrimonio de 65 y 71 años, respectivamente, que vieron como las fotografías de boda flotaban por el salón. «Fue lo más duro», dijeron. Este matrimonio, que reside en la calle Antequera, tuvo que dormir el sábado por la noche en la casa de sus hijos, ya que su colchón quedó inservible por el agua, al igual que sus ropas. Otro caso destacado de esta localidad es el de Rubén, de 35 años. Tiene dos negocios, el Hogar del Jubilado y una pizzería, con los que, dada la situación económica, tiene más gastos que beneficios y ahora ha visto cómo sus locales se ahogaron aún más. Valora en unos 20.000 euros las pérdidas de su negocio y asegura que seguirá adelante con cinco euros que le quedan en el bolsillo.

Francisco Javier, de 28 años, propietario de un pub, valora las pérdidas de su negocio en unos 12.000 euros. Asimismo, Manuel Muñoz, el dueño de una ferretería de la localidad, señala que desde el año 1979 que comenzó con el negocio no había vivido una situación parecida. El agua, asegura, alcanzaba el metro y medio de altura, lo que ha obligado a tirar gran cantidad de materiales que han quedado inservibles.

Por su parte, Jesús, dueño de una autoescuela situada en la avenida Guadalhorce, perdió el sistema informático, las fichas de los alumnos, facturas y hasta una furgoneta.

Antonio Vegas, alcalde de la localidad, indicó que parte del colegio quedó destrozado, sin saber si los niños podrán acudir el lunes a las clases. La mitad del pueblo se encuentra sin agua ni luz.