El Juzgado de Primera Instancia número 9 de Málaga ha estimado parcialmente la demanda interpuesta por los servicios jurídicos de El Defensor del Paciente contra 'Corporación Dermoestética en Málaga' por los daños causados en un tratamiento odontológico a una paciente, a la que tendrán que indemnizar con 46.845 euros.

Según ha informado en un comunicado esta asociación, la mujer acudió por primera vez a esta clínica en septiembre de 2003, con objeto de mejorar su dentadura mediante la reparación quirúrgica con implantes. Le dijeron que la reparación odontológica se realizaría en seis sesiones aproximadamente (durante unos ocho meses), incluyendo una revisión posterior varios meses después.

Sin embargo, el defensor reprocha que "la realidad ha sido muy distinta" debido a la "mala planificación para dicho tratamiento, prolongándose el tratamiento durante tres años y tres meses". La paciente, prosigue este organismo, "ha pasado un verdadero calvario, quedándose con implantes caídos y todo tipo de problemas en su boca".

Agrega que ha sido atendida por al menos cuatro odontólogos distintos y en varias clínicas de Corporación (Málaga y Algeciras) "sin que le solucionaran su problema". Además, reprocha que "sorprendentemente" le han colocado "diferentes marcas de implantes para dicho tratamiento, lo que dificultó incluso su manipulación ya que no tenían el instrumental adecuado para su manejo y lo tuvieron que pedir al fabricante".

Finalmente la paciente tuvo que acudir a otros odontólogos que encontraron "pérdida ósea generalizada superior e inferior, piezas sin endodonciar, infección radicular y área eritematosa espantosa". La demandada esgrimió en su defensa que la paciente era fumadora, "lo que no tiene nada que ver para los peritos de la actora, perito judicial y sentencia, ya que personas fumadoras pueden someterse a intervenciones dentales".

El juez ha considerado acreditado a la vista de las periciales y testificales celebradas en el juicio, que "existió mala praxis médica por defectuosa planificación previa del tratamiento odontológico aplicado", quedándole como secuelas "trastornos neuróticos (pérdida de autoestima, miedo a hablar, alitosis), alteración de la oclusión dental maxilar y mandibular que le impide masticar correctamente, mordeduras repetidas en lengua y dolores intermitentes en el nervio trigémino. Igualmente, reconoce la cantidad de 25.328 euros por gastos ocasionados por el tratamiento odontológico.