La Fiscalía pide 17 años y 11 meses de prisión para dos hombres y casi siete años para una mujer que formaban parte de la banda que logró un botín de 120.000 euros atracando a unos vigilantes de seguridad que iban a recargar un cajero de Estepona. El golpe fue de película, pues hubo un intercambio de disparos en el que resultó herida una voluntaria de Cruz Roja que trabajaba en la zona. En concreto, resultó afectada de dos disparos en la pierna. El juicio se celebra mañana y el miércoles en la Audiencia Provincial.

Los hechos ocurrieron a las 11.12 horas del 10 de septiembre de 2003, cuando los dos acusados, J. J. G. y S. M. S. A., los dos argentinos con situación regular en España, se dirigieron a un centro comercial de Estepona, dice el fiscal. En ese momento, había tres trabajadores de una empresa de seguridad que debían escoltar, portar y conducir un furgón blindado en el que se transportaban 120.000 euros, 20 millones de las antiguas pesetas, un dinero con el que iban a recargar el cajero del establecimiento comercial.

Así, los dos acusados, en compañía de un tercero que no ha sido localizado, «con ánimo de atentar contra su integridad corporal, se abalanzaron sobre uno de los guardas, encañonándole con una pistola».

Seguidamente, según el relato acusatorio, le propinaron un golpe con la culata del arma en la cabeza, y le dijeron: «Dame el dinero o te pego un tiro», mientras le colocaban de nuevo el arma de fuego a la altura del pecho y le daban otro golpe similar. «En ese momento, se inició un forcejeo entre ambos, en el que recibió un fuerte golpe a la altura lumbar».

Esa fue la chispa que prendió el polvorín. En ese momento, se inició un tiroteo entre los trabajadores de la empresa de seguridad y los atracadores, «momento que los acusados aprovecharon para apoderarse de las cajas que contenían el dinero».

Los disparos alcanzaron a una mujer que ejercía como voluntaria de Cruz Roja, de forma altruista, en la zona, relata la acusación pública.

Los tres atracadores «tuvieron disponibilidad de la suma de dinero de la que se apoderaron, si bien con la finalidad de eludir la presión policial y asegurar su huida, abandonaron el botín en las inmediaciones del paseo marítimo», indica el acusador público.

Trataron de esconder la suma, que estaba en cajas, con hojas de palmeras, pero los agentes de la Policía Nacional encontraron el dinero cuando inspeccionaban el lugar.

Como consecuencia de los hechos, el guarda de seguridad tardó un año en sanar de sus heridas, y llegó a sufrir una fractura en una de sus vértebras, por lo que tuvo que ser operado.

La mujer sufrió heridas por arma de fuego en el muslo y el tobillo izquierdos, de tal forma que debió ser operada.

El arma intervenida es una pistola Alexandra Virginia Interarms en correctas condiciones de funcionamiento que fue introducida de forma ilegal en España.

La Fiscalía acusa a los dos atracadores y a la pareja sentimental de uno de ellos, que realizó presuntamente labores de seguimiento y control del furgón de seguridad los días anteriores al suceso. Una cuarta mujer que no ha podido ser detenida jugó un idéntico papel.

En concreto, los hechos son constitutivos de un delito de robo con violencia, dos de lesiones con arma y uno de tenencia ilícita de la pistola. Los dos hombres responden como coautores, y la novia del cabecilla como cómplice. Para los primeros se piden 17 años y 11 meses de cárcel, mientras que para la tercera, casi siete años de privación de libertad.

La Fiscalía pide además una indemnización de 40.000 euros para el guarda de seguridad herido, y de casi 4.000 para la mujer tiroteada. El juicio se celebra mañana y el miércoles en la Sección I de la Audiencia Provincial.