La política no atraviesa su mejor momento y los continuos informes sobre las impresiones de la población acerca de los que nos dirigen reafirman de manera rotunda esta idea. El último ha sido el Informe Social de la Juventud de Andalucía, que presentó ayer la consejera de la Presidencia e Igualdad, Susana Díaz, y en el que destaca que el 76,6 por ciento de los jóvenes de entre 14 y 30 años de la región se declaran desinteresados por este aspecto, mientras que el 23 por ciento dice interesarse bastante o mucho. Sea como sea, las conclusiones extraídas al respecto afloran un hilo de esperanza y afirman que a mayor edad, más interés por la materia. Esta generación se posiciona políticamente en el centro-izquierda con una puntuación de 4,7 por ciento, en el eje de valores izquierda 1, derecha 10.

Aún así, no todo iba a ser política y de las 3.200 entrevistas llevadas a cabo en las ocho provincias otros aspectos que destacan los que serán el futuro de la comunidad es que ven como una actitud intolerable la violencia de género, mientras que la homosexualidad es algo aceptado entre los mismos. Asimismo, esta generación toma conciencia sobre la igualdad y el 81 por ciento prefieren un modelo familiar simétrico, en el que ambos trabajen fuera y se repartan de igual forma las tareas domésticas. Sin embargo, hay algunos carencias en las que trabajar todavía y las conclusiones las dejan entrever. El 62 por ciento considera que tener hijos es un obstáculo en el ámbito laboral para las mujeres. En cuanto a las relaciones sexuales, la edad de mantener relaciones completas ha descendido de los 17 años en 2003 a los 16 actuales y el 80 por ciento asegura que utiliza algún método anticonceptivo.

La familia es un aspecto muy valorado por los jóvenes, que consideran que la relación con sus padres es «muy buena», y aseguran que el 70 por ciento vive en el hogar familiar y un 36 por ciento menciona que les gustaría vivir en pareja y con hijos. La independencia económica de los jóvenes depende en el 50 por ciento de los casos de otras personas por completo y solo un 22,5 por ciento viven exclusivamente de sus ingresos.

El estudio concluye con que los jóvenes dan un gran valor a las credenciales educativas como medio de inserción laboral con un 71 por ciento.