Una comparación siempre es reduccionista, y según muchos de los comparados, injusta. Hasta ahora, en el juicio a Isabel Pantoja, su abogado, José Ángel Galán, la ha equiparado a la infanta Cristina de Borbón, en el sentido de que, si una no sabía nada de las actividades de su marido, la otra tampoco de las de su novio en 2003, Julián Muñoz.

Pero ayer, el perito de la Agencia Tributaria que realizó la investigación de las cuentas de la cantante estableció un símil entre la forma de manejar las cuentas societarias y privadas de la cantante y la de un narcotraficante.

Ayer se celebró una nueva sesión del juicio por presunto blanqueo de capitales cometido supuestamente por Isabel Pantoja, Julián Muñoz, Mayte Zaldívar y otros siete encausados. El plenario se celebra en la Audiencia Provincial de Málaga.

El responsable de investigar las sociedades de la cantante se refería así a la detección de varios ingresos de 3.000 euros en una de sus cuentas, y llamó la atención sobre el fraccionamiento de esas sumas, algo conocido como pitufar en el mundillo policial. «He visto esa corriente de ingresos en cuentas de otros procedimientos, por ejemplo en cuentas de traficantes de droga».

«Esto es smurfing, fraccionamiento», afirmó el experto tributario. El testigo aseguró que tantos ingresos fraccionados fue una de las cosas que se investigó para determinar si hubo blanqueo de capitales y calificó de «caos» la contabilidad de la cantante.

En este sentido, el perito subrayó que en una ocasión en una cuenta de la artista se realizaron diez ingresos de 3.000 cada uno en 2003 y que todos fueron realizados en la misma hora, pero en diferentes días.

El funcionario reiteró que Isabel Pantoja cuando inició su relación con el exalcalde de Marbella Julián Muñoz cambió su comportamiento económico y financiero y que además registró un efectivo superior al que facturaba.

Durante la testifical dijo que tras las investigaciones se podía determinar que hubo confusión patrimonial entre las cuentas de Isabel Pantoja y sus sociedades.

La artista se enfrenta a una petición fiscal de tres años y medio de prisión y multa de 3,6 millones de euros, y Julián Muñoz, a otra de siete años y medio de cárcel y siete de inhabilitación por blanqueo de capitales continuado y cohecho pasivo y multas por un total de 7.466.000 euros.

En el juicio también está procesada la exmujer de Muñoz, Mayte Zaldívar, a la que se le piden tres años y medio de cárcel y una multa de 2,6 millones de euros.

Fuentes de ingresos. La Fiscalía mantiene que tanto Pantoja como Zaldívar eran «perfectamente conocedoras del origen ilícito» de los fondos y bienes que recibían de Julián Muñoz, y que ambas sabían «cuáles eran las fuentes de sus ingresos lícitos, así como su cuantía».

La defensa incide en sus altos ingresos. La defensa de la cantante, pese a todo, insiste en defender que ella generó, con su actividad profesional, dinero suficiente como para mantener su patrimonio. De hecho, hace unas sesiones el mismo perito de Hacienda reconoció que la artista pudo generar una ingente suma, pero hizo hincapié en señalar el cambio de comportamiento desde que la tonadillera empieza a salir con el alcalde de Marbella, Julián Muñoz, a mediados de 2003.

La cantante explicó, por ejemplo, a lo largo de su declaración, que ella pagó el apartamento del hotel Guadalpín con dinero en efectivo que tenía en su casa. Asimismo, ella sostuvo que le daba dinero a Julián Muñoz y que éste trabajó para ella como representante.