El Ayuntamiento de Málaga va a bloquear la contratación de nuevos asalariados para el sector del taxi, con idea de reducir la oferta de vehículos en la calle y adaptarla a la caída de la demanda registrada por la crisis.

Hoy se abordará en el Instituto del Municipal del Taxi una modificación de la ordenanza para que la contratación de conductor asalariado para el taxi dependa de una autorización municipal. Esta modificación, que adaptará la ordenanza municipal al Reglamento andaluz, será el instrumento que utilice el Ayuntamiento de Málaga para bloquear nuevas contrataciones. A medio plazo se pretende conseguir que no haya más de un asalariado contratado por cada licencia, repartiendo mejor el trabajo.

«Nuestro objetivo es mantener los puestos de trabajo actuales y, a medio plazo, conseguir que estos asalariados puedan adquirir las licencias que salgan a la venta», apuntó el concejal de Movilidad, Raúl López.

El edil argumentó que hay unos 900 asalariados contratados en el sector del taxi, que cuenta con 1.432 licencias en activo. Así, recordó que la progresiva pérdida de facturación del sector, que ha pasado de 43.000 a 27.000 euros al año por taxi, pone en cuestión la viabilidad de las licencias por un exceso de oferta. «Hay menos demanda de clientes y menos gasto», subrayó Raúl López, quien explicó que el freno a la contratación de asalariados permitirá un mejor reparto del trabajo entre todos los taxis.

El concejal de Movilidad afirmó que hay 600 licencias que están explotadas directamente por el concesionario y no cuentan con asalariados, mientras 669 tienen un único asalariado, por lo que estarían dentro de las exigencias del reglamento andaluz que regula el taxi.

Raúl López recalcó que está medida está destinada a los 130 concesionarios de licencias de taxi con dos o más asalariados contratados y que tendrán que reducir el número de contratos a uno por licencia, como exige el reglamento andaluz.

Esta medida está dentro del plan que el Ayuntamiento de Málaga quiere aplicar para permitir el acceso de los asalariados a las licencias de taxi como titulares. Para ello, el concejal de Movilidad adelantó que intermediarán para que los asalariados tengan preferencia en la compra de las licencias de taxi que queden libres. De hecho, adelantó que están negociando con nueve entidades bancarias para que les den facilidades de financiación.

Raúl López manifestó que hay 212 licencias de taxistas jubilados y otras 83 de viudas que tienen que salir al mercado a lo largo de los próximos cuatro años. El objetivo a medio y largo plazo es que los asalariados puedan adquirirlas y reducir así este colectivo, ofreciendo una mayor estabilidad a estos trabajadores.

Críticas de los asalariados y apoyo de los autónomos. Los asalariados se mostraron en contra de la medida que lleva el Ayuntamiento para su aprobación, al considerar que supondrá el despido del 50% de los asalariados que actualmente trabajan en el sector. El representante de este colectivo, Arturo Kindelán, aseguró que muchos asalariados trabajan por contrato un tiempo, son despedidos y luego recontratados, lo que «supondrá que muchos asalariados se queden en la calle conforme acaben sus contratos porque se prohíben nuevos contratos».

Kindelán, que criticó la falta de información de las intenciones del Ayuntamiento, reclamó «una comisión de estudio que integre a todas las partes para analizar en profundidad las consecuencias» de estas medidas.

Por contra, el presidente de la Asociación Unificada de Autónomos del Taxi (Aumat), José Maté, sí mostró su apoyo a estas medidas, ya que el sector «ha perdido rentabilidad porque hay un excesivo número de asalariados». Maté aseguró que los taxistas apoyaron que se frene la contratación de nuevos asalariados «y mantener lo que hay para mantener la rentabilidad de las licencias».

«Es una medida positiva y necesaria, que permitirá la adaptación obligatoria al reglamento andaluz del taxi y conseguir un equilibro que asegure la rentabilidad del sector del taxi», insistió el presidente de Aumat.